ALAMEDA
¿Quién más falla? A propósito de que Guasave se encuentra en la etapa más alta de decesos y contagios de Covid-19, esto en comparación con días pasados, vale la pena que las autoridades de Salud analicen a fondo cuáles son las fallas que se siguen cometiendo para que esto no cese. Es verdad que la responsabilidad principal de protección a la salud debe estar en la propia ciudadanía, pero hay situaciones en las que las autoridades tienen que intervenir para poder buscar cuando menos más control de la gente. Por ejemplo, sale a relucir que la Coepris no ha estado haciendo del todo bien su trabajo al no dar el seguimiento debido a los casos de defunciones, pues la gente sin medir el riesgo se va a los velorios en los poblados y es cuando se han dado contagios. Se desconoce si es por falta de personal o la situación ya los ha rebasado, pues hay que mencionar que todos los días ha estado habiendo defunciones y simplemente, de continuar así la tendencia, no va haber personal humano que alcance para poder hacer frente a esta situación tan grave, si la gente continúa sin colaborar.
Hacen su agosto. Y a propósito del desorden y relajamiento de algunos guasavenses, aclarando que no todos, pero hay quienes se dan el lujo hasta de organizar fiestas con música de banda o norteño y al llamado que realizan los vecinos en ocasiones acuden puntual los agentes de Seguridad Pública, pero se dice que lejos de parar las fiestas los preventivos hacen sus arreglos y se retiran, mientras las fiestas siguen hasta altas horas de la noche. El problema es que además de exponerse a un contagio al llegar a los domicilios particulares, los guardianes del orden están incurriendo en una grave falta que bien les podría apercibir el director de Seguridad Pública, Miguel Martínez Catana, ¿o acaso él no estará enterado?
Es una burla que la CFE diga que a los guasavenses no les interesó solicitar prórroga ante los altos cobros
Voraces. Es una burla para los guasavenses que personal de la CFE diga públicamente que solo 210 usuarios acudieron a solicitar prórroga tras los altos cobros que se dieron en la última facturación, cuando ellos esperaban por lo menos a 3 mil gentes, además de que algunos solo se anotaron pero no firmaron un convenio de pago. La realidad es que la gente sí fue y se anotó en unas hojas blancas que les dieron, pero jamás les explicaron sobre la firma de un convenio para evitar cortes, lo que de alguna manera deja al descubierto la voracidad de esta paraestatal, a quienes les importa muy poco la economía de las familias en estos momentos.
Desacato. Es una tristeza ver cómo en plena contingencia, viendo cómo muchos ya tienen casos cercanos de muertes o de pacientes graves, la gente aún se niega a acatar las recomendaciones de quedarse en casa, e inclusive no quieren siquiera privarse de realizar fiestas en las calles. Alguien decía, y con mucha razón, que muchos de los que andan en la calle, principalmente los jóvenes, probablemente sean propagadores activos del virus sin que se enteren. Por otra parte, hay que decirlo, cuando se dan reportes ante las autoridades de festejos, eso no ha sido impedimento para que las aglomeraciones se mantengan, sobre todo en estos momentos que la cadena de contagios está en pleno apogeo.