Thomas Mann
“¿Qué es el tiempo? Un misterio sin realidad propia y omnipotente. Es una condición del mundo fenomenal, un movimiento mezclado y unido a la existencia de los cuerpos en el espacio y a su movimiento. Pero ¿habría tiempo si no hubiese movimiento? ¿Habría movimiento si no hubiese tiempo? ¡Es inútil preguntar! ¿Es el tiempo función del espacio? ¿O es lo contrario? ¿Son ambos una misma cosa? ¡Es inútil continuar preguntando! El tiempo es activo, produce. ¿Qué produce? Produce el cambio. El ahora no es el entonces, el aquí no es el allí, pues entre ambas cosas existe siempre el movimiento. Pero como el movimiento por el cual se mide el tiempo es circular y se cierra sobre sí mismo, ese movimiento y ese cambio se podrían calificar perfectamente de reposo y de inmovilidad. Con estas disertaciones sobre el tiempo y el espacio inicia Thomas Mann el segundo tomo de su obra La montaña mágica, publicada en 1924 por Fischer Verlag, una de las editoriales más importantes de Berlín. Según los críticos, esta novela es una de las más excepcionales del siglo XX. Por supuesto, es la novela más famosa del escritor alemán que nació el 6 de junio de 1875. En las novelas de Mann encontramos una minuciosa descripción de la vida moderna y antigua, y “un profundo y sutil análisis intelectual de las ideas y los personajes”.