Se manifiestan para seguir vivos
No es la primera vez que derechohabientes del IMSS en Guasave se quejan públicamente porque la máquina que se encarga de dializarlos para que su salud se mantenga estable, no funciona, y ayer lo hicieron de nuevo por la misma razón de siempre, los equipos parecen haber sido rebasados en lo que a capacidad de atención se refiere y no les están dando sus sesiones en los tiempos que tienen marcados, lo que los obliga a buscar ese auxilio en otras clínicas donde tienen que pagar hasta dos mil pesos por cada vez que los atienden, y algunos ocupan hasta tres o cuatro en la semana, dinero que les es prácticamente imposible reunir. Autoridades del IMSS dicen que verán con su proveedor para ver si las máquinas de hemodiálisis que tienen aún se pueden arreglar, o bien cambiarlas, el problema es que mientras eso ocurre todos esos pacientes que necesitan de esos equipos para sobrevivir, pues se encargan de las funciones que deberían hacer sus riñones, comprometen en serio su salud, y aunque en el Seguro Social les piden que paguen en clínicas externas y ellos les regresarán el dinero, la realidad es que no todos tienen recursos disponibles para atenderse.
Este problema no es nuevo, y resulta increíble que no se haya tratado en el IMSS de hacerse de máquinas más eficientes, pues al fin y al cabo las rentan, porque no se puede poner en peligro la vida de esos pacientes que ocupan dializarse cada semana, solo porque no han resuelto de raíz la inoperancia de esas máquinas, además de que dejan mucho que desear en cuanto a la atención que le dan a su derechohabiencia, la cual nunca ha sido gratuita.