PARTIDOS PERDIERON LA OPORTUNIDAD DE SER ALTERNATIVAS
Especialistas apuntan a que los millones que el Estado destina para generar los nuevos partidos, sean utilizados productivamente, con candidatos más preparados y menos camisetas con logos
En menos de un año, los partidos Redes Sociales Progresistas, Fuerza por México y Encuentro Solidario recibieron y gastaron más de 400 millones de pesos en conjunto para el ejercicio electoral del pasado 6 de junio. No obstante, sus plataformas no fueron aceptadas por una parte considerable de la ciudadanía y ahora el INE estima la pérdida de sus registros. A decir de especialistas en análisis político, derecho y elecciones, desde la creación de Redes Sociales Progresistas (RSP), Fuerza por México y el Partido Encuentro Solidario (PES) se generaron percepciones en la sociedad que no abonaron a su aceptación, como el estar ligados a personajes controversiales, tal es el caso de RSP y Elba Esther Gordillo. Además, destacaron que no abonaron con sus ideas hacia una plataforma política que los distinguiese. En entrevista para EL DEBATE, los especialistas apuntaron a que se debe poner atención en la legislación de partidos, tanto en la creación como en la distribución más productiva de los recursos que otorga el Estado.
→ Sin registro
Víctor Manuel Alarcón Olguín, analista político, experto en procesos electorales y académico en la Universidad Autónoma Metropolitana, destacó en entrevista para EL DEBATE que la ciudadanía detectó con mucha anticipación que estos partidos en realidad no venían a contribuir de manera sustantiva o a presentarse como opciones alternativas frente a los partidos tradicionales. “Creo que fue un error estratégico de estos tres partidos, mostrarse desde una etapa muy temprana como altamente colaboradores, aunque decían que críticos de las ideas o del proyecto de la Cuarta Transformación”, opinó.
Por lo tanto, abundó que eso automáticamente hizo que conforme fuera avanzando la elección y ante el ascenso de la coalición PAN-PRD-PRI se hiciera el llamado al voto útil y desde luego también desde el partido gubernamental. Detalló que lo anterior, prácticamente hizo que esos partidos no pudieran incrementar más allá de cierto nivel, muy básico, de alguna manera asociados con la obtención de sus registros. Víctor Manuel Alarcón Olguín añadió que la propia ciudadanía, en buena medida, captó que la elección se iba por otro lado y que de alguna manera la concentración de preferencias, ya sea para apoyar al proyecto de López Obrador o en contra del mismo, hizo que estos tres partidos ya no fueran vistos como una opción sustancial.
“Mucha gente, con mucha teoría, vio que eran partidos comparsas, partidos satélites del Gobierno federal, entonces creo que eso, a pesar de que después trataron de generar un aparente distanciamiento frente a la propuesta de López Obrador, eso ya no fue viable y evidentemente, insisto, el llamado a voto útil que hicieron las dos coaliciones ya forzó a que estos partidos políticos fueran menos valorados y menos apoyados durante la jornada electoral”, analizó.
→ Aliados controversiales
Jaime González, analista político, en entrevista para EL DEBATE observa que una gran cantidad de ciudadanos sostienen que México es un país de muchos partidos. En los últimos procesos electorales, destacó que cuando surgen nuevos partidos políticos, una buena parte de ellos terminan perdiendo el registro de manera inmediata en el primer proceso electoral. Por otra parte, destacó que a esos partidos la gente los liga, definitivamente, con actores políticos de conocimiento general.
Por ejemplo, destacó que el de Redes Sociales Progresistas, RSP, el colectivo lo liga con la maestra Elba Esther Gordillo, de no muy grata memoria, a decir del analista. “Este partido no
«Hoy por hoy creo que un 3 por ciento sigue siendo insuficiente para inhibir a estos grupos, que me parece que lo hacen como un negocio político» Marcos Francisco del Rosario Rodríguez Doctor en Derecho. Académico Iteso
llegó ni siquiera a 900 o mil votos, anduvo por el 1.7 por ciento de la votación nacional, cuando la ley establece que tiene que ser mínimo el 3 por ciento para conservar el registro”, explicó. A su vez, mencionó que el partido Fuerza por México se ligaría en el colectivo a un actor político muy influyente en esta administración federal, al senador Ricardo Monreal, y no le fue tan bien. Abundó que aun cuando este partido tuvo un poco más de 1 millón 100 mil votos, no alcanzó 2.5 por ciento de la votación.
En el caso del Partido Encuentro Solidario, mencionó que está ligado a una persona, Hugo Eric Félix Flores, también afín a la administración federal y tiene un corte evangélico-religioso y obtuvo más del 2 por ciento de la votación.
Jaime González, analista político, detalló al respecto que muchos de esos partidos no lograron conseguir ciudadanos de buena imagen, ciudadanos conocidos para abanderar candidaturas, lo que los mando directo al fracaso.
“Número uno, no se dieron a conocer, número dos no son conocidos, número tres, no traían propuestas convincentes”, opinó.
Además, destacó que algunos candidatos de este partido se cambiaron para apoyar a otro candidato en la recta final de la campaña, lo cual, de acuerdo con el analista, desacreditó al partido al que pertenecían e hizo que la gente lo viera mal.
→ No hay proyecto de alternativa Marcos Francisco del Rosario Rodríguez, doctor en derecho y académico en la Universidad Iteso, destacó para EL DEBATE que dos de los partidos habían obtenido su registro un año antes del proceso electoral 20202021, Fuerza por México y Redes Sociales Progresistas. Lo anterior, mientras que el Partido Encuentro Solidario era prácticamente nuevo porque antes era el Partido Encuentro Social.
El especialista indicó que hay una realidad en torno a ellos que no se puede eludir, y es que dijo que los partidos políticos representan al final sectores sociales, ideologías que se materializan a nivel social y por lo tanto, si no hay una representatividad mínima, consideró que no tienen razón de ser los partidos políticos.
“Porque estarían abonando a otro tipo de intereses, que al menos, no es lo que la sociedad requiere, porque los partidos políticos, además de buscar acceder y tener una representación política de poder, son vínculos al final de expresiones sociales,” apuntó. Marcos Francisco del Rosario Rodríguez opinó que estos partidos demostraron durante todo el proceso electoral, particularmente en las precampañas y campañas, tanto a nivel nacional como en los estados, que no tenían esa representatividad. Contrariamente, dijo que lejos de eso, no abonaron con sus ideas hacia una plataforma política que los distinguiese y no lograron “cuajar” en la ciudadanía.
→ ¿Un buen negocio hacer partidos políticos?
Jaime González, analista político, opinó en entrevista para EL DEBATE que sigue siendo un buen negocio hacer partidos políticos. Consideró que mucha gente los crea con ese doble propósito; tanto poder acceder al poder, por lo menos con algunas regidurías, diputaciones plurinominales y obtener recursos. “Buscan primero, como dicen los expertos, acceder a las migajas del poder. Por otro lado, quienes controlan, quienes manejan los comités nacionales de los partidos, se despachan con la cuchara grande los recursos que el INE les asigna por ser partidos de nueva creación, que no son pocos montos, son montos muy altos”, expresó.
Sin embargo, aclaró que eso no quiere decir que los dueños o representantes de estos partidos puedan quedarse con bienes que hayan adquirido gracias a los recursos públicos. Explicó que hay un proceso de liquidación que la propia ley lo establece. “Primero tiene que haber un proceso de fiscalización respecto a los gastos de campaña, quienes pierden el registro tendrán que rendir cuentas, no solo de los gastos de campaña, sino de todos los recursos que los institutos electorales les hayan otorgado”, explicó.
En contraste, Víctor Manuel Alarcón Olguín, analista político experto en procesos electorales y académico en la Universidad Autónoma Metropolitana, destacó que la legislación es muy clara al permitir como un derecho ciudadano, asociarse como agrupaciones políticas y apuntó que eso no se debe condicionar bajo ninguna circunstancia y por el contrario, se debe alentar a que cada vez con más frecuencia y cada vez con más libertad, la población decida participar bajo las modalidades que a ellos les convengan.
Para el experto, el financiamiento público es necesario porque así se evita la entrada del crimen organizado o la entrada de otros factores de poder y por eso las elecciones y los procesos electorales y el apoyo a los partidos políticos son una responsabilidad del Estado, evitando que quede en mano de particulares.
En todo caso, Alarcón Olguín enfatizó que lo que sí se puede discutir es qué tan eficientes son los medios y los recursos para que los partidos políticos hagan un mejor uso de los mismos. “Nos cuestan más las imposiciones de los narcotraficantes, de los incompetentes o de los poderes fácticos que ponen a familiares y amigos. Y en todo caso, aquí más bien lo que debemos de ver, es cómo le podemos generar filtros o mecanismos de más calidad en la selección de candidaturas de los partidos políticos”, opinó Alarcón Olguín. Vio factible que con esos recursos se puedan generar candidatos más preparados, canalizando muchos de estos recursos que ahora se dedican a artículos inmediatos, como camisetas, calcas, etc., a posgrados o educación en los próximos gobernantes.
→ Proponen reformas
Ante este panorama, Marcos Francisco del Rosario Rodríguez, doctor en derecho y académico en la Universidad Iteso, destacó para EL DEBATE que se debe reflexionar a nivel de legislación qué hacer con estos partidos que regresan cada elección federal únicamente cambiando el nombre. Destacó que ellos obtienen recursos que una empresa no daría, aun cuando tienen muy buena fiscalización por parte del INE. De hecho, el 70 por ciento de los recursos de los partidos proviene de los impuestos ciudadanos.
En el caso de Redes Sociales Progresistas, Fuerza por México y Partido Encuentro Solidario, consideró que sí podrían regresar, en todo caso, destacó que tenían los argumentos formales y legales de contender y les dieron el registro.
No obstante, consideró que a final de cuentas el bipartidismo en México, no es que haya una representación sectorial, sino que esta diversidad de partidos terminan dividiendo los votos o si no se coaligan a un partido fuerte no existen.
En entrevista para EL DEBATE abundó refiriéndose a Giovanni Sartori, un investigador en ciencia política, que destacó durante un periodo de estancia en México, a finales de los 90, que para evitar ese exceso de registros de partidos minoritarios que no tienen representatividad se debía considerar un porcentaje de al menos el 5 por ciento. “Hoy por hoy creo que un 3 por ciento, sigue siendo insuficiente para inhibir a estos grupos que me parece que lo hacen como un negocio político”, opinó.
Otra opción que consideró que puede motivar a que sí vengan nuevos partidos que tengan interés realmente de una representación política y, claro, acceder al poder, es que al menos el primer año no haya un financiamiento público, como ocurre en Francia y que luego de una primera elección, que ellos puedan mantener el registro, se les otorgue un financiamiento proporcional. “Pareciera que estos partidos, no estoy generalizando, seguramente habrá personas en todos esos partidos que sí tengan un ideal de plantear legislativamente o regularmente algo, pero al menos en el escenario lo que le transmiten al electorado es ‘aparecemos y desaparecemos en dos años’ y lo que se financió ¿dónde quedó?”, cuestionó.
«(RSP) no llegó ni siquiera a 900 mil votos, anduvo por el 1.7 por ciento de la votación nacional, cuando la ley establece que tiene que ser mínimo el 3 por ciento para conservar el registro» Jaime González Analista político «Mucha gente, con mucha teoría, vio que eran partidos comparsas, partidos satélites del Gobierno federal, entonces creo que eso... ya no fue viable» Víctor Manuel Alarcón Olguín Analista político. Procesos electorales. Académico UAM.