El buque de investigación que logró sortear un mar `turbio'
Con el regreso del navío Jorge Carranza Fraser a Mazatlán, se activan los proyectos de investigación para la pesca en el Pacífico; en cambio, las auditorías permanecen en la congeladora tras cuatro años de abrirse el caso en la Secretaría de la Función Pú
Fabricarlo costó al país 410 millones de pesos. Y para ello hubo que adquirir un crédito del Banco Interamericano Mundial. Sus capacidades rebasaban las de cualquier embarcación tecnológica existente en el país, pues se trataba del primer Buque de Investigación Pesquera Oceanográfica en México y Latinoamérica, e incluso catalogado como uno de los cinco mejores buques en su tipo en el mundo.
“Esta inversión va a permitir realizar una investigación en profundidades de hasta 8 mil metros que nunca se habían revisado en la historia de México”, dijo el sinaloense Marcos Bucio Mujica, entonces oficial mayor de la Sagarpa, ahora Sader. Aunque la capacidad del Doctor Jorge Carranza Fraser, antes llamado BIPO 1, nunca estuvo en duda, su adquisición y operación, en un principio debió navegar en ‘aguas turbias’.
Este viernes regresa a la que fuera su base en el Pacífico Mexicano, Mazatlán, desde donde se inició una investigación hace cuatro años, que a la fecha no se ha culminado en la Secretaría de la Función Pública.
➜ En aguas turbias
Fue construido por el astillero Armón, en España, y llegó al puerto el 16 de febrero del 2014, para ser abanderado dos meses después por el expresidente de la República Enrique Peña Nieto. De acuerdo con las publicaciones, para junio de ese mismo año, el proceso de licitación para la operación del buque ya era cuestionado. Así fue como el caso llegó hasta la Secretaría de la Función Pública, tras haberse anunciado el fallo a la empresa Falmaval, a la que se señalaba por inexperiencia y haber adjudicado el contrato de forma irregular. Sin revelarse detalles sobre la auditoría, el personal del Instituto Nacional de Pesca, al que fue entregado el Doctor Carranza Fraser, informó en octubre del mismo año, por órdenes de la propia Secretaría mencionada, Falmaval, SA de CV, dejó de operar la embarcación, quedando las funciones en manos de expertos del propio Inapesca.
Entre las irregularidades detectadas por el Órgano Interno de Contraloría de la SFP se determinó que la empresa no pudo comprobar su experiencia en la operatividad de embarcaciones, así como el hecho de que su costo superaba por 40 millones de pesos el ofertado por las tres empresas restantes que también concursaron la operación del buque.
Entre las empresas concursantes estaba una mazatleca de nombre Naviliera El Ferrol, SA de CV, ubicada sobre la avenida Gabriel
Leyva.
De manera sorpresiva, en enero del 2015, tres meses más tarde, Pablo Arenas Fuentes, actual titular del Instituto Nacional de la Pesca, asume la dirección y es presentado a los medios de comunicación en Mazatlán, tras la salida de su antecesor, Raúl Adán Romo Trujillo, de la dependencia federal. A partir de entonces, el buque de investigación, ya rebautizado con el nombre de Doctor Jorge Carranza Fraser, en honor del extitular de la dependencia, retoma sus cruceros científicos, completando investigaciones en el Pacífico, el Golfo de México, la zona de El Caribe y recientemente participando en la Campaña América Central 2018, en coordinación con la FAO y la inclusión de países de la región, entre ellos Nicaragua y Panamá, que realizaron un proyecto de investigación, prospección y evaluación de recursos pesquero.
➜ Carpeta abierta
Pese al término del sexenio en que fue construido el buque, su investigación aún no finaliza, confirmó el comisionado nacional de Acuicultura y Pesca, Raúl Elenes Angulo.
“Creo que hay expedientes que ya concluyeron, o están por concluir. Eso no lo vamos a revisar nosotros, lo va a hacer la Función Pública. El presidente nos ha dicho que no nos distraigamos en cosas que no nos competen. Nosotros estamos para hacer con lo que tengamos en las formas en que nos hayan dejado”, declaró.