Solo un gol le bastó al Madrid
Real Madrid venció 1-0 al Rayo Vallecano en el último juego en La Liga antes de su participación en el Mundial de Clubes.
Un tanto de ≋arim Benzema dio el triunfo a un Real Madrid plano, sin confianza y lento en su juego, frente a un Rayo Vallecano al que le bastó orden para instalar el nerviosismo en el Santiago Bernabéu, y que acarició el empate en los últimos segundos.
Necesitaba el Real Madrid cerrar su 2018 liguero lanzando un mensaje de esperanza a una afición que comienza a perder la fe ante tanta irregularidad. Demostró que no está para excesos. El rival, sobre el papel, era bueno para pegarse un festín de goles. Un Rayo víctima de su inestabilidad defensiva. Y el arranque no se le pudo poner mejor al equipo de Santiago Solari.
µ A cambiar el chip
Con la intención de borrar de la memoria la noche gris ante el CS≋A, salieron enchufados y a los trece minutos ya mandaban en el marcador. Había intentado Míchel frenar su sangría defensiva juntando líneas, esperando en su terreno al Real Madrid, pero no dispone de jugadores fiables en la zaga. El inicio firme se derrumbó cuando Lucas metió velocidad y visión de
REAL MADRID
29
PUNTOS suman los merengues, quienes aún figuran en la posición 3 de la tabla general.
juego al desmarque de Benzema entre rivales. Su derechazo cruzado inalcanzable para Dimitrievski.
Las sensaciones madridistas no mejoraron y el Rayo creció con la entrada de Bebé. Le faltaba probar a Courtois y fue el único que lo hizo con su potente disparo. Con los puños evitó un nuevo tropiezo el portero belga. Un Real Madrid estático, con todos sus jugadores atenazados y sin alegría, con un susto incluido por un golpe sobre Benzema que le impidió acabar el encuentro.
Isco no fue ni opción para la mejoría. Ni calentó en la escenificación de un castigo de Solari. Vinicius fue el elegido para intentar alegrar los últimos minutos, pero fue el Rayo el que puso la emoción con una doble ocasión en la que Alex Alegría y Velázquez se topaban con Courtois y Carvajal bajo palos. La paciencia del madridismo se acabó. Bronca a un equipo que firmó su segundo triunfo por la mínima ante los dos últimos clasificados y sin espacio para el disfrute.