¡CANTA EL GALLO!
Juan Estrada dio cátedra a Rungvisai y se proclamó campeón del mundo
Los Ángeles. El mexicano Juan Francisco “Gallo” Estrada conquistó el título Supermosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), al derrotar por amplia decisión unánime al ahora excampeón mundial tailandés Srisaket Sor Rungvisai en el combate estelar de una cartelera que se llevó a cabo en el Fórum de Inglewood, en Los Ángeles, California.
La victoria
Estrada brindó una enorme presentación en el ring. Dominó la mayoría de los asaltos, ganando sólidamente un 70 por ciento de los rounds. A pesar de un enorme cierre de Sor Rungvisai, el triunfo finalmente fue para el mexicano Estrada, con tarjetas de 116-112, 115-113 y 115-113, en una gran noche que lo regresa a la cima del boxeo mundial, ante el victimario del cuatro veces campeón nicaragüense Román “Chocolatito” González. Estrada boxeó, se movió con inteligencia y comodidad en el ring, lanzó golpes con mucha consistencia, y se vio superior, seguro, en todo momento, para ganar esta pelea de revancha.
En febrero del año pasado, Sor Rungvisai derrotó a Estrada en el mismo escenario, pero esta noche el mexicano se vengó, dejando abierta la posibilidad de un tercer combate entre ambos púgiles. Gana Danny Román
El campeón mundial Supergallo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el californiano Danny “Cara de Niño Asesino” Román, derrotó por decisión mayoritaria al irlandés TJ Doheny, para arrebatarle la corona supergallo de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), en una intensa pelea de unificación que se llevó a cabo este viernes por la noche en el Fórum de Inglewood, en Los Ángeles, California. El combate fue tan intenso como lo esperábamos, con ambos peleadores dando el todo por el todo en el ring, en una pelea que se extendió a los 12 rounds, a pesar de un par de caídas del peleador irlandés. Las puntuaciones finales fueron 116-110 dos veces para Román, y 113-113.
Román, quien defendía su título por cuarta vez y de 28 años de edad, agregó el título en el siempre famoso Fórum y ante una gran afición que lo alentó en todo momento, porque prácticamente estaba peleando en casa.