CUANDO LA EMPATÍA ES MAYOR HACIA LOS ANIMALES
En ocasiones el maltrato a los animales puede percibirse más impactante que el maltrato a las personas
En tiempos modernos, mucho se habla acerca de la creciente empatía que sienten los humanos hacia los animales, sobre todo a los domésticos. Sin embargo, surgen incógnitas cuando la sociedad parece tornarse más próxima a un animal que sus congéneres.
¿Existe un límite donde la cercanía a las mascotas se torne negativa a la sociedad? ¿Es normal que en algunos casos se reporte una mayor preocupación ante hechos que involucren violencia animal que humana?
Los investigadores sociólogos de la Northeastern University (Universidad del Nordeste), Arnold Arluke y el también criminólogo Jack Levin, analizaron dicha cuestión. En el análisis, publicado por el diario Society & Animals, se aplicó una prueba de empatía basada en noticias falsas de violencia hacia personas y perros, dando como resultado que los sentimientos empáticos se regulan bajo la percepción de fragilidad del prójimo. µ Vulnerabilidad Esta investigación examinó si las personas están más perturbadas emocionalmente por los informes de violencia hacia animales que por el sufrimiento o abuso a personas. Se determinó entonces, que la percepción de vulnerabilidad de las víctimas es dictaminada por su edad y no por especie, determinando los niveles de angustia y preocupación de los participantes.
El principal efecto de impacto entre víctimas humanas fue la edad, situación que resultó indiferente en el caso de los animales.
Se encontró igualmente mayor inclinación hacia infantes, cachorros y perros adultos que hacia adultos humanos.
Denotando entonces que la vulnerabilidad es una de las cuestiones por las cuales los humanos se consternan ante circunstancias de crueldad animal, pues los perciben como indefensos por su naturaleza.
En otras palabras, es más probable que sintamos empatía por una víctima si la consideramos incapaz de cuidarse a sí misma.
µ Excesos
El escritor estadounidense Jon ≋atz, quien ha elaborado libros relacionados al apego emocional entre humanos y animales, explicó en entrevista exclusiva a periódico EL DEBATE que las mascotas son mas «fáciles de amar» que muchas personas.
Los motivos para tal aseveración, indicó, se deben a la naturaleza de afección leal y sin condiciones
que presentan las mascotas.
«Nos aman incondicionalmente —refiriéndose a las mascotas—, no les importa cómo nos vemos ni cuánto dinero tenemos. En tiempos de tensión, recurrimos a ellos por amor y conexión, especialmente cuando el mundo exterior es tenso», indicó.
El periodista y escritor de diversos libros sobre la relación entre humanos y mascotas afirmó que el afecto desmedido hacia mascotas se trata de una circunstancia que va en aumento, donde la gente cada vez se apega más a sus animales, se lamentan «excesivamente» cuando mueren, los sobrealimentan y los ven como niños, no como animales «que amamos».
Ante el cuestionamiento de cuándo se puede identificar el apego como un problema, el experto sostuvo que cuando las personas «pierden» la perspectiva y se «pierden» en la vida de sus mascotas, es una problemática que aqueja a la sociedad. «Cuando gastan demasiado dinero en ellos, pidiéndoles que hagan el trabajo emocional de otras personas, el mantenerlos con vida más allá de lo razonable, esos son signos de advertencia», alertó.
µ El reemplazo
Otra de las afectaciones que se generan en la dinámica social debido al apego excesivo entre personas y mascotas se aprecia desde el momento en que se busca reemplazar o sustituir las relaciones sociales humanas —y todo lo que esto conlleva—, con un animal, abundó.
«Algunas personas prefieren la compañía de animales a las personas, lo cual es un signo preocupante para la sociedad, porque los animales no son niños, no son seres humanos sustitutos», mencionó Jon ≋atz. Todo ello, sostuvo, se manifiesta como un reflejo de la fragmentación de la sociedad y la debilitación de las instituciones sociales, ya sea la familia, la sociedad, religión o política. «Creo que son una señal de advertencia, una advertencia de que estamos reemplazando a las personas con animales cuando se trata de buscar amor y comunidad, que nuestra sociedad está desconectada y fragmentada. Estamos perdiendo la fe en instituciones sociales, lo cual nos está alejando de otras personas y de la comunidad».
«Algunas personas prefieren la compañía de animales a las personas, lo que es un signo preocupante para la sociedad» Jon Katz Periodista, autor de libros de mascotas