Depredan el camarón
Donde no hay Gobierno que ponga orden; es decir, vacíos de poder, esos espacios son ocupados por alguien. Eso pasa en el caso de los campos pesqueros del sur de Sinaloa, donde el llamado “changuerismo” —saqueo ilegal del camarón en periodo de veda— es una forma de vida de muchas personas, que, por otro lado, al depredar este recurso afectan a miles de familias.
No es un fenómeno nuevo. Lo único que se renueva cada año o cambio de Gobierno es la esperanza de los pescadores legales, que cruzan los dedos para que los funcionarios que lleguen, ahora sí, se decidan a ponerle un freno a los pescadores furtivos. Ante la desesperación de ver cómo se saquea el camarón, las cooperativas hacen su propia vigilancia, pero no tienen facultad más que para denunciar; y, si lo hacen, las autoridades no llegan a tiempo.
Lo que es peor: las bandas de pescadores ilegales andan a mano armada. Son difíciles de ubicar porque conocen los campos pesqueros como la palma de su mano, se mueven en motos e incluso en caballos. Los vacíos de poder en los sistemas lagunares del sur son llenados por ellos. Se pasan las leyes federales literalmente por el arco del triunfo. Lo peor es que al depredar al crustáceo en etapa de reproducción, luego cuando llegan los tiempos de captura, no hay suficiente para nadie.
Este fenómeno se está registrando otra vez en la zona de Los Pozos, Botadero y El Ostial. Allí piden presencia permanente de las autoridades federales, y que haya castigos ejemplares a los furtivos, porque lo que tienen hasta ahora es una ley dura, pero solo en el papel, porque no se aplica, nadie la respeta.