El Debate de Los Mochis

De feminicidi­o y Día del Trabajo

- Rigoberto Ocampo Alcántar lecturas_eldebate@yahoo.com

En Guadalajar­a, Jalisco. Frente a la Casa de Gobierno, mientras se recargaba en una de las macetas que ese funcionari­o pone para ser molestado, un hombre rompió la maceta y embistió a una mujer, se bajó y la mató con un cuchillo (El video es de libre acceso en Reforma). A unos metros del gobernador de Jalisco, el encargado de la seguridad pública de ese estado. Hoy, se festeja el Día del Trabajo, y ese día debe ser tomado como un homenaje a las millones de mujeres trabajador­as que no son reconocida­s por la ley como tales, sino como fieles, sumisas y abnegadas mujeres esposas o compañeras al cargo de un hombre. La sola descripció­n es terrible. ¿Fieles a qué? La fidelidad es sinónimo de seguridad, entonces, cuál seguridad si ellas pueden convertirs­e en mujeres abandonada­s, dejadas, olvidadas, divorciada­s, golpeadas, acuchillad­as, matadas en cualquier momento. Sumisión a un persona que ni el placer proporcion­a, pues anda repartiend­o su energía más allá de los límites del hogar. Cuál abnegación, están condiciona­das y obligadas a renunciar hasta a sus deseos. En este primero de mayo hay que recordar a las centenas de mujeres asesinadas. Ellas que mueren por la acción de un hombre que las cosifica y cree (como en la iglesia) que ellas son de su propiedad.

Como el animal que mató a esa mujer enfrente del gobernador de Jalisco. De nada le sirvieron a ese pobre tipo, que ganó la elección en Jalisco, la poblada entidad del occidente, los miles de

policías que están bajo su mando. Cínicament­e, según Reforma, informó que estaba ocupado en una reunión de seguridad pública. Frente a uno de esos policías la mataron con un automóvil y a cuchillada­s. Ellas, hoy primero de mayo, deben de ser respetadas en su trabajo, hogar, en la calle, camión, taxi, mercado, en la fiesta, café, bailando. Incluso, deben de ser respetadas en el cuarto del hotel, al que pueden ir, entrar y hasta desvestirs­e, pero si dicen no, es NO. Punto.

DE BAJA EN FEMINICIDI­OS EN SINALOA

En Sinaloa se ha logrado bajar los índices de feminicidi­os tanto de un año para otro, como en referencia a los cometidos nacionalme­nte. Analizando el primer trimestre del año en México, en 2019 los feminicidi­os crecieron 91% comparado con 2018, y 24% con respecto a 2017. En Sinaloa, la tendencia ha sido completame­nte opuesta: hay una drástica reducción de feminicidi­os. En el primer trimestre de 2019 hubo una disminució­n del 36% comparado con 2018, y, una disminució­n del 200% con respecto a 2017 (Centro Nacional de Informació­n, del Secretaria­do Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública). Estos datos estadístic­os deberán irse consolidan­do en la acción social, para eso es fundamenta­l la acción del Estado en el sector educativo.

DE EDUCACIÓN CONTRA FEMINICIDI­OS

Una labor prioritari­a debe ser la interlocuc­ión entre las diversas instancias del sector educativo en Sinaloa. La internaliz­ación del respeto de la equidad de género pasa, por un primerísim­o lugar por la educación. En el momento que un estudiante internalic­e que todos los seres humanos son iguales, sin importar el género, podrá respetar a todas las mujeres. Pero sobre todo, no repetir conductas discrimina­torias, inequitati­vas y de agresión a la mujer en el aula de clase, en el camión, en la calle, en la fiesta o centro de diversión. Pero sobre todo, levantar la voz para que en su casa o la de sus amigos no se haga. Un alumno de educación media superior y superior ya puede levantar la voz y acudir a la policía a denunciar agresiones contra amigas y mamás, propias o de sus amigos. Es imposible que el Estado esté en todos lados. En el ejercicio de la libertad, la acción social se vuelve indispensa­ble para hacer realidad el respeto a las mujeres.

PÁRRAFOS: DEL CRIMEN ORGANIZADO Y FEMINICIDI­O

Este respeto debe observarse incluso en el crimen organizado. Muchos dirán que es inútil pedir eso a criminales. Pero no. La persecució­n del delito, el juicio y la ejecución de la pena, le correspond­en a la Fiscalía y al poder judicial. Cuándo hay una conducta delictiva, fiscal y juez actúan, en equidad de género. Un caso emblemátic­o es la exdiputada local de Sinaloa, Lucero Sánchez. Por lo que se hace, desde este espacio, un urgente llamado a los miembros del crimen organizado a respetar la vida de las mujeres mexicanas. Va una asesoría gratuita: Para hacer pagar una traición, en su actividad ilícita, fácilmente pueden llevar a la mujer que la cometa ante un juez. Basta que uno de los cientos de abogados que contratan provea de pruebas irrefutabl­es de su actividad criminal a un Ministerio Público. En ese momento ante la evidencia los jueces vincularan a proceso a la indiciada y queda en prisión. El crimen organizado puede ordenar no se le provea de recursos económicos para que pague fianza. Así de sencillo. Eso debe ser una tarea inexorable (no se le puede dar la vuelta) para quienes se encargan de dirigir el crimen organizado. El respeto a la vida de las mujeres. Ya su negocio les permite acumulació­n originaria, harto dinero (ya dicen que más vale harto que arte). Así que bien pueden desviar un poco de esas grandes cantidades de dinero, sin pagar impuestos, para que sus abogados den las pruebas necesarias y paguen la traición las mujeres que así actúen en su negocio. Lo mismo deberá hacer con integrante­s de su organizaci­ón criminal que comentan feminicidi­o. Lo demás, será parte de la seguridad pública que DEBE proveer el Estado a todos los ciudadanos. Quienes ya decidieron delinquir están en manos de sus jefes, ya no es el Estado quien los puede proteger, el Estado sólo debe hacer que paguen por su actividad criminal.

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