El ferrocarril
Por el año de 1893, el ingeniero Francisco Sosa y Ávila, encargado de la Sección de Estadística del Estado de Sinaloa, empezó a difundir entre la población y las personas acomodadas económicamente ideas sobre las bondades que traería a la entidad un verdadero ferrocarril. En realidad, Sosa y Ávila se encontraba decepcionado porque Sinaloa se estaba rezagando del resto del país en esta materia. Incluso en el vecino estado de Sonora, desde 1877, se había otorgado una concesión federal a Robert Symon y David Ferguson para construir un ferrocarril de Guaymas a Paso del Norte (hoy Ciudad Juárez), obra que se inició en Punta Arenas el 6 de mayo de 1880 y llegó al puerto sonorense el 4 de diciembre. En 1887 la línea ferroviaria fue arrendada a Southern Pacific, quien la operaba cuando el ingeniero
Sosa y Ávila escribe el artículo que fue publicado en varios periódicos, además del oficial de la entidad, entre otros El Monitor Sinaloense. El 7 de agosto de 1902 el gobernador Francisco Cañedo, ordena se publique el decreto que faculta al Ejecutivo para que, sin prejuicio de las demás atenciones del servicio público, conceda las subvenciones y franquicias que juzgue convenientes a las Empresas de Ferrocarriles que se construyan en el territorio del estado, si para ello hubiesen obtenido previamente la concesión respectiva del Gobierno federal.