El desaseo de Graciela Domínguez refuerza liderazgo de Sergio Jacobo
Explotó la olla de presión en que Graciela Domínguez y otros personajes afines a Morena convirtieron al Congreso del Estado: la totalidad de los diputados locales del PRI, del PT, del PAN, del PRD e independientes se unieron para firmar un pacto de civilidad cuyo fin es exigir respeto a los acuerdos que se toman en la Junta de Coordinación Política, el órgano de gobierno del Poder Legislativo estatal.
Hasta ahora, los consensos que se alcanzan en la Jucopo han servido para dos cosas: para nada y para que la mayoría morenista tenga a bien pasárselos por aquello que los más finos poetas del Siglo de Oro español dieron en llamar «el arco del triunfo».
La conducción de la 63 Legislatura sigue al pie de la letra el estilo del presidente Andrés Manuel López Obrador: une a todos, pero en su contra.
La diputada Graciela Domínguez Nava, sin embargo, debe reconocer que su capacidad de liderazgo está a años luz de la de AMLO. Digamos que ella no puede darse esa clase de lujos.
Por lo demás, Domínguez se ha echado un pesado costal encima, que es la operación del proyecto político de Rubén Rocha Moya para el 2021.
Mujer inteligente y de gran talento político como es Graciela, extraña que no se percate de la fuerza contraria que se ha generado gracias a su empecinamiento en conducir al
Congreso a espaldas de la ley.
Frente a la visible ausencia de liderazgo de la presidenta de Jucopo, un personaje del PRI se agiganta: Sergio Jacobo Gutiérrez, cuyas raíces políticas, por cierto, provienen de la izquierda, dado que militó en el PSUM durante los años en que la UAS, su alma mater, estuvo controlada por corrientes socialistas y comunistas.
Seguir paso a paso esta vuelta de tuerca es, con mucho, lo más interesante que se vive hoy en la vida pública sinaloense. Alguien crece políticamente a grandes pasos rumbo a los tiempos por venir, y no se llama Rubén ni, mucho menos, Graciela...
SEÑALES ADVERSAS DE LA #4T... La atención que ha puesto el diario británico Financial Times en el actual Gobierno mexicano debiera levantar señales de alerta, pero al presidente
Andrés Manuel López Obrador parece importarle poco, o tal vez nada.
A cinco meses del presente régimen federal, el rotativo especializado en finanzas más importante del mundo publicó este domingo y lunes atemorizantes advertencias.
«López Obrador pone en peligro la economía y las instituciones de México», alertó el Financial Times hace tres días, en un editorial dedicado a la polarizante figura de AMLO. Ello, en el marco de las marchas en contra del presidente en buena parte del país.
«Ha usado “consultas populares” para justificar medidas controvertidas, como cancelar un aeropuerto a medio construir de 18 mil millones de dólares... terminó la apertura de Pemex al capital privado, prefiriendo que el Gobierno inyecte miles de millones a la petrolera estatal en problemas», subrayó, para agregar: «También ha atacado a la prensa y a la sociedad civil, ha descartado estadísticas inconvenientes, ha contradicho a su gabinete y ha nombrado a lacayos poco calificados para ocupar cargos de alto rango. El poder que millones de mexicanos entregaron a AMLO y su partido genera incertidumbre». En seguimiento del impacto internacional que generó este editorial, el lunes se publicó en el Financial Times un artículo de su corresponsal Jude Weber, quien mencionó las acusaciones de una probable «venezuelización» de la economía mexicana y aludió a los recientes cortes de energía eléctrica en Quintana Roo y Yucatán. Entre otros puntos polémicos del amloísmo, citó que, de acuerdo con el informe de México Evalúa hace cinco días, el 77 por ciento de los contratos adjudicados hasta el momento han sido adjudicados por vía directa, sin ofrecer ruptura real con el pasado.
Por lo pronto, ayer la Bolsa Mexicana de Valores hiló su peor racha desde 1981: once sesiones consecutivas a la baja, y contando...