Rebelión
En enero de 1863, el gobernador Plácido
Vega marcha al centro del país para luchar contra los invasores franceses, dejando en el gobierno el coronel sonorense Jesús García Morales.
Mientras Vega marchaba hacia la capital del país, el coronel Manuel Márquez de León asume el cargo de gobernador por órdenes de Benito Juárez. En este ínterin, Márquez de León nombra prefecto y comandante militar de
Culiacán al coronel Antonio Rosales.
Al ser llamado a filas el coronel Márquez de León y asumir de nuevo el cargo de gobernador García Morales, Rosales se rebela en contra del gobierno de este, acusando a su administración de ser instrumento y continuadora de la política de Plácido Vega. Desde la tarde del 9 de mayo Rosales acuarteló a los reemplazos que estaban destinados para defender al país de los franceses, así como a los guardias nacionales que pudo reunir, con el fin de levantarse en contra del gobernador. Tras equipar y armar a 120 hombres que logró reunir, a las siete de la mañana del 12 de mayo salió con ellos del cuartel de Culiacán, con rumbo a Cosalá. Al llegar al rancho de Las Moras, sus hombres se le rebelan y lo hacen huir a balazos. Mucho tiempo anduvo escondido entre los breñales. Sin alternativa, finalmente pasa a refugiarse a la ciudad de Durango, al lado del general José María Patoni, gobernador y comandante militar de la entidad.