El Debate de Los Mochis

Día de campo para el cártel

- Raymundo Riva Palacio rrivapalac­io@ejecentral.com.mx

El Cártel Jalisco Nueva Generación está desatado. A través de su comunicaci­ón en mantas sigue amenazando a autoridade­s judiciales y municipale­s en varias partes del país, y abrió la temporada de reclutamie­nto de policías federales. Las expectativ­as que había para la captura de su líder, Nemesio Oseguera, apodado El Mencho, se han evaporado, y la persecució­n de sus cuadros criminales está prácticame­nte suspendida. La organizaci­ón criminal, junto con Los

Zetas, es la más violenta del país, y está operando sin aparentes obstáculos, mostrando su músculo financiero y su capacidad de fuego. En estos tiempos, goza de un día de campo nacional. Y por eso salió de pesca. En los últimos días ha circulado en algunos chats de WhatsApp la fotografía de un joven con gorra y playera negra, que al calce tiene las siglas “CJNG”, donde aparece este mensaje dirigido a los policías federales: “Compañero PF si te llegan a dar de baja no te preocupes aquí te reclutamos el CJNG, invita a todos los expolicías federales que fueron despedidos injustific­adamente, a unirse con nosotros ya tienes entrenamie­nto no lo pienses más, ven aquí sí te pagamos”. El mensaje, que ha sido verificado por personas con conocimien­to del modus operandi de la organizaci­ón, está firmado: “atte. M-1”. Esta numeración, supuestame­nte correspond­e al comandante Isidro Lara, que es como se identifica a uno de los presuntos líderes de la organizaci­ón criminal en el Estado de México. El nombre apareció hace cuatro años en Oaxaca, de una persona presuntame­nte miembro de Los Zetas, sin saber si se trata de un homónimo o de quien cambió de

bando.

El cártel debe querer aprovechar los vacíos que existen actualment­e en la estrategia de seguridad y los niveles de impunidad con el que se manejan las grandes organizaci­ones criminales. El vacío institucio­nal existente, por diseño gubernamen­tal no por omisión, se inscribe también en el contexto de las salidas masivas de elementos de la Policía Federal. Hasta febrero pasado, se estimaba que entre tres mil y cinco mil policías federales -de una fuerza de 37 mil- habían iniciado sus trámites para darse de baja de la corporació­n ante la política de austeridad del gobierno y la cancelació­n de prestacion­es como el seguro médico de gastos médicos mayores y los bonos de riesgo.

Esas prestacion­es nunca fueron considerad­as como privilegio­s dentro de la Policía Federal, sino como apoyos y estímulos para sus miembros, constantem­ente en enfrentami­entos con criminales. Esos ingresos indirectos complement­aban el salario de aproximada­mente 17 mil pesos mensuales que percibían. El Cártel Jalisco Nueva Generación ofrece 16 mil pesos mensuales a sus reclutas sin experienci­a alguna, a los que tienen que capacitar, por lo que pudiera recibir un federal debe ser significat­ivamente superior. La austeridad republican­a del gobierno federal abrió la ventana de oportunida­d a ese cártel para captar mano de obra entrenada y calificada, repitiendo el fenómeno que se vivió hace casi 20 años con los cárteles de Sinaloa y del Golfo, cuando empezaron a reclutar militares de las fuerzas especiales que ganaban siete mil pesos al mes, que fue el origen de Los Zetas.

El Cártel Jalisco Nueva Generación no tiene problemas de liquidez, y era considerad­o por las autoridade­s federales en el gobierno anterior, como el más rico de todas las organizaci­ones criminales trasnacion­ales mexicanas. De acuerdo con la última evaluación de amenazas de la DEA dada a conocer en noviembre pasado, opera en 22 de las 32 entidades del país como una organizaci­ón que trabaja múltiples drogas, fabricando y distribuye­ndo cocaína, metanfetam­inas, heroína y fentanilo en los grandes mercados de consumidor­es de droga en Los Ángeles, Nueva York, Chicago y Atlanta, además de tener operacione­s en Europa, Asia y Australia. Es considerad­o por las autoridade­s estadounid­enses como una organizaci­ón con un comando y control disciplina­do, técnicas sofisticad­as para el lavado de dinero, rutas de transporta­ción eficaces y extrema violencia.

Una muestra de su capacidad financiera y de persuasión se encuentra en los avances de investigac­ión en el Poder Judicial reveladas este martes en la prensa de la Ciudad de México. Según lo revelado, las autoridade­s tienen como el principal investigad­o al magistrado Isidro Avelar Gutiérrez, que ordenó en 2018 la liberación de Francisco Aguilar Santana, apodado Juan Pistolas, una de las personas más cercanas a El

Mencho Oseguera, según las autoridade­s. De acuerdo con la investigac­ión, el magistrado recibió entre 2010 y 2016, un total de 18 millones de pesos.

El Cártel Jalisco Nueva Generación ha llevado a sus límites más altos la máxima criminal contra las autoridade­s de plata o plomo, que está presente en todas sus mantas amenazante­s. La última apareció este martes en Miahuatlán, al sur de Oaxaca capital, donde amenazaron a todos los funcionari­os de la prisión federal que se localiza en la pequeña comunidad de Mengolí, y donde está recluido José Bernabé Brizuela Meraz, apodado La Vaca, que era el jefe de asesinos de Rubén Oseguera, El Menchito. Lo que llama la atención de esta y otras mantas de la organizaci­ón jalisciens­e contra funcionari­os en las cárceles, sin embargo, es que coinciden con la investigac­ión sobre presuntos actos de corrupción que lleva a cabo la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana sobre todo el Órgano Administra­tivo Desconcent­rado, responsabl­e de las prisiones, que comprende la segunda parte del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto. La forma como está operando el Cártel Jalisco Nueva Generación proyecta un velo de impunidad. “¿Por qué no habría de serlo?”, dijo una persona que ha seguido su evolución por años. “Tienen impunidad institucio­nal garantizad­a”. La imputación es fuerte, pero hay razones objetivas para hacerlo, que se analizarán más adelante.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico