La cortina de humo del alcalde
El alcalde de Ahome, Guillermo “Billy” Chapman, acusó ayer que en este municipio no hay políticos sino politiquillos, una banda de pillos, del PRI y el PAN, que traicionaron los principios de la actividad política al cubrirse “sus desvíos y raterías”.
Esos señalamientos duros los hizo en el momento en que está siendo severamente cuestionado por su arrogancia y desplantes que ya pasaron a encubrir presuntos actos de corrupción.
Para no ir muy lejos, ahí está el caso de la adquisición de las ambulancias y el señalamiento del saqueo del erario de su director de Comunicación Social David Membrila, a lo que por lógica el alcalde y este niegan.
Sin embargo, dicen que el alcalde empezó a despotricar contra los del pasado para victimizarse y tender una cortina de humo de sus propios escándalos.
Esa fórmula no le cuadra porque si a unos y otros acusa de cubrirse “sus desvíos y raterías” es hora que no actúa con efectividad sino que lo hace con espectacularidad que termina en simulación. Chapman habla de generalidades. No específica a qué desvíos y raterías se refiere, por lo que no tiene ninguna sustancia.
Por el contrario, ni ha actuando contra los del pasado mucho menos contra los suyos que ya enseñaron el cobre.