Botticelli

Marco Berrelleza

Sandro Boticelli, el pintor renacentista más admirado durante la segunda mitad del siglo XIX, por ser considerada su obra como el perfecto ideal de la pintura italiana del siglo XVI, nació en Florencia en 1445, en el hogar de un curtidor. Su verdadero nombre era Alessandro di Mariano Felipepi. El apelativo de Botticeli (diminutivo de la palabra italiana botijo), según la Enciclopedia Encarta 99 es probable haya sido el apodo de su hermano mayor o el nombre del orfebre del que fuera aprendiz. Dicen sus biógrafos que Botticelli “era un bello adolescente, de carácter atractivo y temperamento soñador”. Convertido primero en orfebre, pronto abandonó esta actividad para seguir las lecciones de Fra Filippo Lippi. Protegido de Lorenzo de Médicis, pintó en su honor un maravilloso cuadro de Palas, protectora de la sabiduría y las leyes. Al mismo tiempo que trabajaba en la obra anterior, pintó una de las más bellas vírgenes, en el cuadro titulado la Madonna del

Magnificat. En la década de 1490 el monje dominico Girolamo Savonarola y su partido político expulsó de Florencia a los Médicis. Para salvarse de las persecuciones, Botticelli se refugió en la casa de uno de sus hermanos, ardiente defensor del monje. Durante casi veinte años solo se limitó a sobrevivir. Murió en Florencia el 17 de mayo de 1510, a los setenta años de edad.