Baño de sangre
La violencia estalló en Choix: cuatro murieron en un enfrentamiento entre grupos rivales, otros dos fueron encontrados ejecutados y uno más flotando en el río Choix.
No se sabe con exactitud si los hechos tienen relación uno con los otros, pero eso no le baja el nivel de alarma en que se encuentra la población de ese alteño municipio.
No es el primer enfrentamiento de los grupos de la delincuencia organizada en Choix. Es cada vez más frecuente este tipo de hecho violentos, sin que los elementos del Ejército Nacional, la Guardia Nacional, federales y estatales los metan en cintura. Los militares y policías han fracasado en esa tarea porque aparecen solo cuando ya se realizan las refriegas. Incluso, se habla de que los integrantes de los grupos delincuenciales se pasean muy campantes por las calles de la cabecera municipal. Así, los choicenses sufren doble: aparte de estar con el Jesús en la boca por el problema del coronavirus, ahora se le suma la violencia. Es decir, están a dos fuegos. Si los ciudadanos están cumpliendo con las recomendaciones contra la Covid-19, lo que desean es que el Gobierno haga su labor en el combate de la delincuencia. Las autoridades locales dirigidas por el alcalde Omar Gill Santini están rebasadas. La realidad es que los policías municipales no pueden hacer nada, porque son muy pocos y el armamento es de dar risa. Se requiere una fuerza capaz de resolver el problema.