El Semefo quedó blindado

Mirando para todos lados, sujetando sus rifles y postrados en entrada de las instalaciones del Complejo de Seguridad Pública, elementos de la Policía Estatal Preventiva, Guardia Nacional y personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se mantuvieron firmes, y a cada vehículo que ingresaba rumbo al Servicio Médico Forense (Semefo) era claro que tenía que cuestionársele al conductor cuál eran las intenciones de su visita. Dos patrullas de la PEP cuidaban del exterior de dicha dependencia.

Una Hummer de militares y una camioneta más de la Guardia Nacional se colocaron a un costado de las vías del tren, a pocos metros de la carretera a Navolato.

Los elementos se miraban un poco tensos, otros más relajados, pero todos pendientes ante cualquier imprevisto.

Se comentó que tenía tiempo que no se veía que las instalaciones se ‘”blindaran” de dicha manera. Sin embargó, se precisó que había tres cuerpos que estaban siendo atendidos por médicos forenses con la intención de corroborar la identidad de los tres; uno de ellos estaba en total sospecha al pensarse que pudiera ser el Chino Ántrax, aquel líder de un comando que generó en su época terror en Sinaloa.

Asimismo, se comentó que se distinguió por adornarse con una calavera en sus anillos, y de hacerse reconocer por hacer uso de la llamada pistola calibre 5.7, mejor conocida como ‘matapolicía’ o ‘five seven’.

Luego del cierre de la presente edición, ninguna autoridad dio detalles de lo que estaba ocurriendo ni tampoco de cómo se estaba llevando a cabo el proceso.