El Debate de Los Mochis

¡AMLO le copia a Mussolini la marcha de antorchas!

- Ricardo Alemán

Ya no hay duda, el presidente mexicano parece un remedo una copia- de Benito Mussolini, el dictador y padre del fascismo. ¿Por qué?

Porque si bien el propio AMLO se había encargado de exaltar su admiración por el dictador italiano -cuando el 21 de marzo lo comparó con Benito Juárez-, hoy fue más allá al proponer que la ceremonia del Grito de Independen­cia incluya una coreografí­a en donde la multitud en la plaza porte antorchas encendidas, en medio de la noche.

¿Y eso qué tiene de particular?

Poca cosa: que la idea original de “la marcha de antorchas” es nada menos que de Benito Mussolini.

Sí, existe un claro paralelism­o entre la mítica “marcha de las antorchas” de Mussolini –la marcha que detonó el golpe de Estado que llevó al poder al dictador en Italia-, y la propuesta de convertir el emblemátic­o 15 de Septiembre en remedo de Mussolini, quien parece ser el alter ego de López. Pero vamos por partes.

¿Recuerdan que el 21 de marzo del 2020, López Obrador elogió a

Mussolini y hasta lo comparó con Juárez?

Así lo dijo: “Mussolini se llama Benito porque su papá admiraba a Benito Juárez, a quien muchos admiraban en el extranjero. Por eso le pusieron Benito a Mussolini… un dirigente con dimensión mundial… y claro, que sus críticos hagan su trabajo… yo por qué”.

Como también saben, Obrador volvió al tema hace días, cuando dijo que, a pesar de la pandemia, el 15 de septiembre encabezará desde el Palacio la ceremonia del Grito de Independen­cia. Pero no fue todo, también adelantó que los asistentes al Grito llevarán antorchas, a manera de símbolo de esperanza.

Lo que pocos saben, sin embargo, es que entre el 27 y el 29 de octubre de 1922, Benito Mussolini, el entonces dirigente del Partido Nacional Fascista, encabezó “la marcha de las antorchas”, que marcó el final del sistema parlamenta­rio italiano y el inicio de la dictadura fascista de Mussolini.

En esa fecha, alrededor de 40 mil personas marcharon de Nápoles a Roma – con antorchas en mano-, en lo que marcó el inicio del golpe de Estado contra el sistema parlamenta­rio italiano, que terminó por prohibir los partidos políticos, por cerrar los periódicos y perseguir y asesinar a los opositores. Pero hay más: la experienci­a la repitió Adolfo Hitler, en 1933, en las ciudades de Berlín y Nuremberg, en donde desfiles nocturnos con antorchas humeantes y miles de estandarte­s con esvásticas causaron un efecto casi místico en miles de alemanes.

Y es que tanto Mussolini como Hitler, convirtier­on la “marcha de las antorchas” en una teatralida­d en donde el fuego juega el papel de presunto purificado­r y supuesta energía de renovación social. En los dos casos, las marchas de antorchas fueron usadas como método de amedrentam­iento que terminó por someter a las masas. En realidad se trata de una manipulaci­ón de las emociones colectivas que, incluso hoy, sigue siendo utilizada por grupos supremacis­tas, como el Ku Kux Klan, en cuyos rituales es infaltable el fuego de las antorchas, que desata sentimient­os sociales encontrado­s, de miedo y admiración.

Pero no es una casualidad que el presidente mexicano invoque de manera reiterada al dictador Mussolini. Lo cierto es que sabe de su patológica ambición por el poder, de su capacidad para destruir la democracia y que se convirtió en un nuevo César que, al final, acabó colgado en la plaza pública.

Incluso son públicos los paralelism­os entre Obrador y Mussolini.

1.- Los identifica el uso de la violencia como escala de ascenso político; en su juventud, Mussolini mató a amigos y compañeros de escuela, igual que ocurrió con el joven López Obrador.

2.- Durante casi una década, Mussolini desarrolló un discurso contra las élites del poder en Italia, sobre todo contra los comunistas, contra los “camisas rojas”; mientras que AMLO llegó al poder gracias a una lucha de clases: ricos contra pobres, buenos contra malos, “fifís” contra “chairos”.

3.- Igual que Mussolini, López alienta un exacerbado nacionalis­mo, y ambos crearon su propio partido: AMLO creó Morena y Mussolini creó el Partido Nacional Fascista.

4.- Mussolini y AMLO llegan al poder gracias a una fuerte campaña de propaganda sustentada en una montaña de mentiras y al uso de la violencia discursiva y física.

5.- De igual manera, Mussolini y Obrador inventaron un enemigo común -AMLO inventó a los conservado­res y Mussolini a los comunistas-, además de que se empeñaron en el desarrollo del “culto a la personalid­ad”.

6.- Igual que Mussolini, Obrador jugó por años con los temores y la esperanza de la sociedad; miedo al incremento de la violencia y el crimen; miedo a la amenaza de Estados Unidos y al neoliberal­ismo, y, por el contrario, alentó la esperanza de hacer realidad el señuelo de “primero los pobres”.

7.- Ya en el poder, Mussolini, igual que AMLO, persiguió a la prensa, a los periodista­s, prohibió la manifestac­ión y destruyó la independen­cia del Poder Judicial y del Parlamento.

8.- Para quitar del camino a su principal opositor, Mussolini ordenó a sus “camisas negras” perseguir y dar muerte a los líderes opositores; en un paralelism­o con la caída del helicópter­o en el que viajaban Martha Érika Alonso y Rafael Moreno Valle, tragedia que a nadie interesó investigar.

¿Así o más claro? López Obrador es un remedo del padre del fascismo, Benito Mussolini.

Al tiempo.

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