EL INGENIO
El descaro. Qué desfachatez es la expresión que muchos ahomenses hicieron después de que el alcalde de Ahome, Guillermo “Billy” Chapman, y los regidores oficialistas y priistas aprobaron la modificaciones al contrato de concesión de recolección de la basura para favorecer a la empresa OP Ecología. Está muy clara que la operación fue diseñada para salvarle el contrato a la empresa que después de ocho años no cumple con las condiciones para entrar en funcionamiento. La clave de la supervivencia de la empresa es el otorgarle una segunda prórroga de 365 días para que cumpla con el requisito de la Manifestación de Impacto Ambiental para la construcción del relleno sanitario. Y es que los 118 días que le restan para que venza el contrato no les alcanza. Esto es el verdadero apoyo que le dieron a OP Ecología, al margen de lo que se decida en los juicios que hay en los tribunales. Ningún regidor hizo referencia a este punto. Por eso, se habla que todos los regidores le hicieron al ensarapado.
Las prisas de Chapman, los regidores oficialistas y priistas por aprobar esas modificaciones sin antes que se resuelvan los juicios sólo despiertan entre los ahomenses la interrogante ¿de a cómo fue? Los argumentos que les esgrimió la síndica Angelina Valenzuela en contra les entró por un oído y les salió por el otro.
De pena ajena. La prueba de que los regidores de la Comisión de Hacienda solo jugaron el papel de figurines para salvarle el contrato a OP Ecología es la reacción que tuvo la regidora Ariana Sulaee Castro ante las preguntas del morenista Ramón López Félix y el pasista Fernando Arce. No hiló respuesta. En realidad no las tenía como esa de que cómo era posible que si el 30 de julio recibieron la petición de la empresa ya para ayer tenían el dictamen y se hubiera citado a sesión. Incluso, lo que dijo la petista dejó en claro a muchos de que ellos sólo firmaron el dictamen que les pusieron en sus manos los del área jurídica, que lo hicieron a modo para darle oxígeno a OP Ecología, incluso en el juicio de amparo en el Juzgado Séptimo de
Distrito. Tan bajo fue el nivel de debate que el otro integrante de la comisión, el petista Vicente López, salió con el disco rayado de que
PASA no pasa, ya ni se diga de Socorro Calderón.
Extraño. Lo de Chapman y los regidores entreguistas no es extraño, pero sí lo de los regidores priistas Raúl Cota Murillo, Génesis Paola Pineda y Rosa María López. Sus votos fueron fundamentales para que se aprobaran las modificaciones del contrato para beneficiar a OP Ecología. Los argumentos de Cota Murillo de proteger los intereses del Ayuntamiento no convencieron a muchos. Lo menos que se empezó a decir es que fueron comparsas de Chapman. Se aventaron el boleto aun con el costo político a pagar.
Hipocresía. La mayor desfachatez fue la del alcalde Chapman. En la sesión salió con que él se comprometía a que las prestaciones de los trabajadores de la empresa PASA quedarían a salvo. No le sale eso porque no le paga a PASA por el servicio como parte del plan para asfixiarla económicamente y que tenga problemas con la planta de trabajadores.
Exclusión. La presidenta del PRI en Ahome, Dulce María Ruiz, y el secretario de Organización, Gilberto Suárez, ya ni la despistan. En lugar de buscar la unidad, actúan para la división. Cuando menos eso dicen los ruelistas que están molestos porque borraron con toda la intención un anuncio en la barda del estadio de beisbol del ejido Tabelojeca, a donde acudieron para un evento. El anuncio era de Álvaro Ruelas Echave, uno de los aspirantes a la candidatura priista a la alcaldía. Dicen que esa acción tuvo el sello de Suárez. Ya se la cantaron: el que se lleva se aguanta.
Qué desfachatez es la expresión que muchos hicieron tras que Chapman, regidores oficialistas y priistas favorecieron a OP Ecología