ADVIERTEN CONFLICTO EN MORENA POR REPARTO DE CANDIDATURAS
Los estatutos del partido no permiten la reelección de sus representantes populares, pero la Constitución garantiza el derecho a ser votado, por lo que no se descarta que algunos morenistas intenten brincarse las trancas e impugnen ante el Tribunal Electoral
Asiete meses y 25 días de la elección más grande en la historia de México, en Sinaloa se advierte una férrea disputa por las candidaturas al interior de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), partido que aún no termina la álgida renovación de su dirigencia nacional, y que, de acuerdo con analistas políticos, llegará muy fracturado al proceso electoral local que inicia en diciembre, con amplias posibilidades de convertir en una «cena de negros» la definición de espacios en la entidad de cara a la elección del 6 de junio próximo.
Mientras a nivel nacional estarán en juego más de 21 mil puestos de elección popular, la joya de la corona en Sinaloa será la gubernatura, aunque también se disputarán cuarenta diputaciones locales, 18 presidencias municipales con todo y sindicaturas de procuración y regidurías, además de siete diputaciones federales. Y con excepción de la gubernatura, la mayoría de quienes ostentan actualmente esos mismos cargos pueden, de acuerdo con la ley, aspirar a reelegirse. Para analizar el momento político por el que atraviesa Morena y anticipar lo que podría ocurrir en los próximos meses, EL DEBATE realizó una mesa de análisis en la que los columnistas Fernando Zepeda, Héctor Ponce y Tomás Chávez revisaron la situación que vive el partido, inmerso aún en las descalificaciones internas e impugnaciones jurídicas ocurridas durante una atropellada disputa por la dirigencia nacional, la cual este fin de semana marcó un empate técnico entre Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado, que se irán a una tercera encuesta; mientras Citlalli Hernández Mora ya ganó la Secretaría General.
La contienda interna en Morena y la cercanía del proceso electoral local han generado una serie de interrogantes a las que nuestros columnistas responden en esta primera entrega sobre el escenario político que vive el partido y su posible impacto en la arena local: ¿estará listo y unido Morena para encarar el proceso electoral en Sinaloa o llega fracturado? ¿Se complicará la definición de candidaturas o hay algunos boletos bien definidos? ¿Hay morenistas dispuestos a brincarse las trancas en un partido cuyos estatutos no permiten la reelección? ¿Se arriesgarán a ser expulsados de Morena y a competir sin su cobijo?
→ Cuando el poder «marea»
Héctor Ponce, autor de la columna «Cuartel Político»; Fernando Zepeda, quien escribe la columna «En el Blanco»; y Tomás Chávez, autor de «Ojo Indiscreto», coincidieron en que el poder «marea», y muchos de los morenistas que hoy ostentan una alcaldía o una diputación local o federal, incluso otras posiciones de mando en los distintos Gobiernos, se han «mareado» una vez que probaron el poder, y, a pesar de sus cuestionables resultados, aspiran a buscar otro cargo de elección popular o cuando menos a reelegirse. Sin embargo, los estatutos de Morena, en su artículo 3, fracción f, hablan de «no permitir ninguno de los vicios de la política actual: el influyentismo, el amiguismo, el nepotismo, el patrimonialismo, el clientelismo, la perpetuación en los cargos, el uso de recursos para imponer o manipular la voluntad de otras y otros, la corrupción y el entreguismo». Y aunque el artículo 43, fracción b, de este mismo estatuto, estipula que «en los procesos electorales no participarán servidores y funcionarios públicos de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial de los tres órdenes de Gobierno, a menos que se separen de sus encargos con la anticipación que señala la ley», noventa días antes de la elección, en la fracción f de este mismo artículo precisa que «se observarán todas las normas conducentes del capítulo tercero de este estatuto», incluida la norma de no permitir la perpetuidad en los cargos. No obstante, la Constitución Política de México permite, en su artículo 35, el derecho a la ciudadanía a votar y ser votada, siempre y cuando se cumpla con los requisitos que establece la ley. En este caso, el numeral II establece que «el derecho de solicitar el registro de candidatos y candidatas ante la autoridad electoral corresponde a los partidos políticos, así como a los ciudadanos y las ciudadanas que soliciten su registro de manera independiente y cumplan con los requisitos, condiciones y términos que determine la legislación».
Basado en lo anterior, los columnistas consideran muy probable que algunos morenistas, principalmente los alcaldes de Mazatlán y de Culiacán, Luis Guillermo «Químico» Benítez y Jesús Estrada Ferreiro, respectivamente, de no lograr la nominación a la gubernatura como quisieran, podrían recurrir a los tribunales o negociar directamente con el presidente Andrés Manuel López Obrador para que Morena les permita reelegirse.
→ Complicada definición de candidaturas
Para Fernando Zepeda, la definición de
la candidatura por la gubernatura en Morena es de las menos riesgosas, y apunta al senador Rubén Rocha Moya con la mayor posibilidad, seguido solo de la también senadora Imelda Castro, a pesar del activismo de Gerardo Vargas, que también aspira a ser considerado por este partido, pero no le ve oportunidad: «El problema va a ser la definición del resto de las candidaturas. Será una rebatinga interna. Todos se van a pelear. Muchos van a querer reelegirse, y, con los magros resultados que están teniendo legisladores y alcaldes, si piden el voto solo para ellos, sin nombrar a López Obrador (como en 2018), difícilmente van a ganar».
Héctor Ponce coincide en que Rocha Moya encabeza las posibilidades de ser el nominado a la gubernatura por Morena, aunque tampoco descarta a Imelda Castro, por el tema de la equidad. Para la alcaldía de Culiacán, Ponce no le ve posibilidades a Estrada Ferreiro porque Morena no permite la reelección, y anticipa que de ganar Mario Delgado la dirigencia nacional del partido, la beneficiada con esta nominación podría ser la diputada federal Merary Villegas, pero si triunfa Porfirio Muñoz Ledo la posibilidad recaería en la también legisladora federal Yadira Santiago Marcos: «En el Congreso del Estado está muy fragmentada la bancada, en tres partes, y todos van a querer reelegirse o buscar la alcaldía», refirió, y recordó que entre los propios legisladores se echan flores y se invitan a levantar la mano, como el diputado Pedro Lobo, quien propuso a Yadira Santiago para la gubernatura, y ella a su vez nominó a Lobo para la alcaldía.
Por su parte, Tomás Chávez considera que los morenistas en el poder son muy individualistas, muy friccionados: «Por ejemplo, el Químico Benítez siente que tiene con qué ganar, y si no consigue la candidatura al Gobierno estatal puede pelear por la alcaldía, se iría al Tribunal Electoral, que podría darle la razón, o irse por fuera, como independiente».
«Morena tiene que reestructurarse internamente y nombrar a sus dirigentes, y después buscar a los perfiles más adecuados»
Fernando Zepeda Columnista
«Ya que hagan las encuestas y no les den las candidaturas que quieren, hay mucho riesgo de que se fracturen»
Héctor Ponce Columnista
→ ¿Se brincarán las trancas?
Fernando Zepeda anticipa que habrá más de un apuntado para brincarse las trancas en caso de que Morena no les permita reelegirse: «Creo que habrá un conflicto con grupos, personajes que están en cargos de elección popular, y eso será otra tormenta para Morena, se van a pelear, y difícilmente se van a poner de acuerdo. Sí va a haber alcaldes y diputados locales que quieran reelegirse, y se van a dar con todo». Ponce dice ver a Chapman como quien quisiera mantenerse en la alcaldía, y destaca el espaldarazo que le dio Mario Delgado en su visita a Los Mochis, a pesar de la tormenta de conflictos en que ha convertido al municipio de Ahome. Insiste en las aspiraciones de Estrada Ferreiro y del Químico Benítez, y añade: «A ver cómo los controlan, porque según sus estatutos no pueden, aunque estarían rompiendo la regla». Luego habla de la posibilidad de que el alcalde de Mazatlán negocie su reelección y a Estrada Ferreiro lo incluyan en una lista de diputados pluri para calmarlo.
→ El impacto del proceso interno
Más allá de las fracturas que el proceso por la renovación de la dirigencia nacional de Morena ha causado, Zepeda considera que lo interesante es saber si una vez finiquitado este capítulo les va a alcanzar el tiempo para empezar a darle forma a las dirigencias estatales y municipales, y al mismo tiempos prepararse para la elección de junio próximo, porque el tiempo ya está encima, y la pandemia tendrá también sus efectos: «En 2018 agarraron (como candidatos) de chile, sal y de manteca, sin preparación muchos de ellos, y la ola de López Obrador los sacó adelante, pero en 2021 será muy diferente», advierte.
Además, Ponce no cree que les alcance el tiempo para renovar la dirigencia estatal en Sinaloa, y anticipa, gane quien gane la presidencia nacional del partido, un conflicto por la repartición de las candidaturas.
Tomás Chávez considera que el proceso por la renovación de la dirigencia nacional y la serie de pleitos internos solo demuestra que «a los morenistas les queda chico el partido, que los liderazgos no están peleando por ideologías o programas, sino por el poder». Recordó que «son el partido que ganó arrolladoramente en 2018 y aún tienen a su favor la intención del voto para el 2021, pero advierte que esa intención del voto se les puede pulverizar con la ambición y ferocidad que están peleando internamente».
Los tres columnistas hicieron énfasis en que a Morena se han ido sumando una serie de personajes provenientes de corrientes políticas muy distintas a la ideología que dio origen a este movimiento lopezobradorista, mismas que le han impedido, a dos años de estar gobernando el país, convertirse en un real partido político. Destacan la formación de una serie de grupos y tribus, y advierten que si no se dedican a crear liderazgos, la elección del 2021 les cobrará factura.
«Tienen a su favor la intención del voto para el 2021. Esa intención se les puede pulverizar con la ambición que están peleando internamente»
Tomás Chávez Columnista