Emociones a costuras apretadas

POSTEMPORADA.- Dieron inicio las series de campeonato de ambas ligas en las Mayores, solamente quedan cuatro de los (muchos) 16 que alcanzaron boleto a los playoffs de esta temporada tan atípica, por no decir extraña del 2020, caracterizada por el azote del coronavirus.

Astros y Rays en la Liga Americana, mientras que Bravos y Dodgers por la Liga Nacional. Solamente cuatro que, a querer o no, deben ser considerados “los mejores”, así sea que como en el caso de Houston haya llegado a la postemporada casi por la puerta de atrás.

Si algo se opone a los clichés casi paradigmas de que “el nombre del juego es pitcheo” y “los campeonatos de ganan con pitcheo” lo es el hecho de que no pocos lanzadores denuncian que para estos playoffs la pelota fue alterada o, en su caso, cambiada la pelota utilizada en rol regular para en su lugar usar una pelota más “viva”, más voladora. Vamos, como si las Grandes Ligas hubiera comprado los desechos de la mal recordada “Franklyn” que deslució a la LMVB hace un par de años.

Lo bueno, como víspera, es que en el domingo que inició el AstrosRays fue un 2-1 muy agradable, de solamente dos cuadrangulares, pero que ratificó el valor de los clichés. Ojalá esa sea la tendencia en los días por venir.

ANUNCIO.- Murió en Estados Unidos Whitey Ford, un legendario lanzador de Grandes Ligas a quien los más viejos de la comarca vieron lanzar en México, en aquella Liga de la Costa merecedora de grandes recuerdos. Personaje que dio vida a aquella trastada de los aficionados mazatlecos de entonces, capaces de rentar una avioneta para que paseara sobre Culiacán portando la manta en la que leía “hay un Ford en tu futuro”.

Difícil resulta que las nuevas generaciones se acerquen siquiera a Baseball Reference a checar algunos datos que dan fe y que hacen constara la grandeza de Ford. Pitcher ganador, de excelencia, que fue parte de los Yankees de Nueva York que hicieron historia, considerado por muchos como el mejor pitcher zurdo que se ha visto. No se trata de solamente decir “Whitey Ford jugó en México” o de citarlo como prueba de que alguna vez, en nuestro país se vio a grandes de la pelota de todos los tiempos. Se trata, en todo caso, de recobrar, de hacer renacer, el interés por que se sepa más de la real historia del beisbol en México, que no sea solo cosa de “desde que yo lo vi, cuenta” o de creer versiones peregrinas surgidas en pasiones y visiones interesadas. Para esos casos, mejor leer a Tomás Morales.

Con Ford se van grandes historias de talla campeonatos en Grandes Ligas, referente obligado de un beisbol hoy diferente, sí, pero que guarda lugar para quienes han sido sus grandes exponentes.

Y sí, hubo un Ford que dejó huella en México.

MÁS MEZCLA.- El domingo falleció también Joe Morgan, el muy buen segunda base que brillara con los Rojos de Cincinnati, muy destacado personaje de los años setenta en las Mayores y miembro del Salón de la Fama por excelente méritos propios. No ha sido un buen año para los inmortales, nada bueno. Se han ido varios peloteros leyenda, Morgan fue uno de esos.

Y VA DE CUENTO.- Sí, de acuerdo, Randy Arozamena, hoy refulgente estrella con los Rays de Tampa, llegó a México, aquí jugó en las ligas Norte de México y Mexicana del Pacífico, portó el uniforme de los Toros de Tijuana, pero no por ello es producto del beisbol mexicano.

Duele tal vez en el orgullo y ego de algunos, pero no ha y forma de que se defienda una declaración que es ante todo despojos de un orgullo que se quiere recuperar, como un intento de vuelta a las épocas mansurianas. Esto es, vivir del cuento, del mito, de ese falso orgullo de ser “cuna” de todo lo bueno, así sea que las “actas de nacimiento estelar” resulten falsas, no tan chuecas como las que se muestran a la hora de nacionalizar peloteros extranjeros.

Randy Arozamena nació y se hizo pelotero en Cuba, huyó, “cascareó” en México, en Tijuana lo enviaron a la LNM, en LMP fue estelar, lo desarrollaron en USA, allá está triunfando. A otra cosa, mariposa.