COVID-19 AGRAVA LA SITUACIÓN DE LOS MIGRANTES EN MÉXICO
En el marco de la publicación del posicionamiento sobre el contexto migratorio en México que presentó la Ibero, la Dra. Valenzuela, una de las coordinadoras de este documento, explica que prevén controles sanitarios más severos
Muchas veces a los migrantes ni si quiera se les hacía la prueba de COVID, y simplemente se les rechazaba por una sospecha de que quizá podrían tener la enfermedad”
Karla Valenzuela
Coordinadora de la Maestría en
Migración de la Ibero
Desde que varios países se fueron al confinamiento, llegó también la idea de que el migrante pueda tener COVID19, de ahí que se diera el reforzamiento y mucho más control en las fronteras en el mundo, mencionó Karla Valenzuela, coordinadora de la Maestría en Estudios sobre Migración de la Ibero. Esto ante la caravana migrante que viene con intención de pasar por México para llegar a los Estados Unidos, procedente de San Pedro Sula, Honduras; mientras nuestro país aumenta en contagios y muertes en medio de la pandemia. «Muchas veces a los migrantes, sobre todo en México y la frontera con Estados Unidos, muchas veces a los migrantes ni si quiera se les hacía la prueba de COVID19, y simplemente se les rechazaba por una sospecha de que quizá podría tener la enfermedad», comentó la investigadora, lo que considera como grave, pues se sabe que la mayoría del flujo migratorio que ahora transita por México y quiere llegar a Estados Unidos viene de países de Centroamérica que está huyendo justo de una situación de violencia y pobreza estructural. De ahí que aseverara que estos controles sanitarios lo que menos son es eso, sanitarios, ya que ni siquiera hay una comprobación de que estas personas tienen o no COVID-19, sino simplemente hay una mera sospecha, y sobre ella violan su derecho a pedir asilo, y ni siquiera están dejándolos llegar, mencionó.
Otro de los controles sanitarios del que se ha hablado y que hasta ahora no se ha implementado es tener un pasaporte de sanidad. Esta idea surgió en los países europeos para tener más control, pues el COVID-19 despertó todas las alertas.
«Las personas pueden estar viajando y estar infectadas, entonces lo que ellos quieren hacer es hacer una propuesta para que las personas pasen por un filtro, digamos médico, que se les extiendan certificados médicos para que ellos puedan entrar a los países», informó Valenzuela, docente en la Universidad Iberoamericana.
Para la especialista en temas de migración, esto agrava la vulnerabilidad de los migrantes, pues las personas que van en estas caravanas normalmente vienen de países en vías de desarrollo, por lo que regularmente viven en poblados donde no tienen acceso a un doctor o no cuentan con el dinero para obtener un certificado médico, y detrás de todo esto se está restringiendo mucho más la movilidad internacional de personas vulnerables con un argumento de salud, pero realmente no es de salud, en el caso de los Estados Unidos, destacó.
Derecho a migrar y permanecer La doctora Valenzuela es parte del equipo de investigadores y especialistas que crearon un posicionamiento sobre el contexto migratorio en México, el cual está compuesto de cinco ejes temáticos escritos desde distintas disciplinas con un rigor académico y metodológico detrás de cada propuesta: factores socioeconómicos en la migración; sociedad civil; defensores de derechos humanos y otros actores; políticas de estado y marco legal, y salud y migración interna. Cada eje invita a repensar la movilidad humana con otra mirada, producto de experiencias que se han sumado para dar paso al documento en donde se reconoce el derecho a migrar, pero también a permanecer. Asimismo, se celebra la labor de defensores y defensoras de derechos humanos y se busca fortalecer a actores de la sociedad civil que defienden y promueven los derechos de las personas en movilidad. Además, evidencia la crisis educativa de niños y niñas migrantes internos; se demuestra que la migración aporta positivamente al país de destino, de tránsito y de origen; se refleja la preocupación sobre el porvenir de la población que salió forzadamente de sus países de origen o que fue deportada, y que ahora está en México con un futuro incierto; finalmente, señalan las políticas
erradas del Gobierno. Las y los académicos que elaboraron el documento se asumen como parte de la solución, al dar propuestas y argumentos que animen a transformar el tratamiento de la migración en nuestro país.
Restringen movilidad
El protocolo de protección a migrantes es una ofensa, pues en vez de brindar protección, sirve para restringirles la movilidad transfronteriza, lo cual es muy problemático, pues hay muchas personas, sobre todo centroamericanas, pero también africanas, que se están quedando en el norte del país porque no pueden cruzar a Estados Unidos, justamente por este protocolo, mencionó. Explicó que este protocolo lo que busca es retrasar la entrada de los migrantes, que se queden en el norte de México y que vayan pasando poco a poco, a partir de una lista de espera, entonces lo que sucede es un problema, ya que, evidentemente, en el norte del país no tenemos las condiciones de una estancia prolongada de migrantes porque por lo regular eran estancias muy cortas, pero ahora los albergues y las estaciones migratorias están hacinados, y por ello no existe un control de pruebas de COVID-19, no hay un espacio de aislamiento en caso de que fuera detectado algún caso, incluso no se cuenta con las pruebas de COVID-19 necesarias, denunció Karla Valenzuela: «Vemos que los protocolos de protección a migrantes vulneran el derecho de asilo que tienen las personas, los ponen en un riesgo sanitario mayor, ahora con el COVID-19. De hecho, ya existía desde antes, pero ahora mucho mayor», comentó la doctora en Ciencias Sociales y Políticas.
La necesidad de migrar es tan grande que nada la detiene, expresó la experta, por esta nueva caravana que se ha formado, por lo que mencionó que se espera que varias organizaciones de la sociedad civil vayan a apoyar con kits de higiene, abriendo espacios para personas que acaban de llegar a albergues, entre otras ayudas, pues siempre han sido los colectivos promigrantes quienes primero reaccionan con estas acciones humanitarias.
La migración es positiva
Destacó que los migrantes, incluso los que logran acceder a un empleo, no afectan la economía local; al contrario, tienen externalidades muy positivas, pues las personas migrantes no compiten con personas en edad laboral en México. De ahí que expusiera la xenofobia a la que se exponen y por lo cual intentan demostrar que los migrantes siempre llevan cosas positivas al país de destino. Destacó que a nivel mundial se tiene la idea de que los migrantes pueden decantarse en delincuentes por la misma necesidad económica que tienen, pero existen varios estudios —mencionó— que indican que las personas migrantes, sobre todo las que entran en condición irregular, cualquiera que sea el país del que provienen, por lo regular tienen los índices delictivos más bajos porque lo que quieren es pasar desapercibidas: «No quieren tener problemas con la autoridad, no quieren ser visibles, lo que quieren es transitar y llegar a su país de destino».
Expuso que lo que se ha comprobado en países de Europa de destino como Alemania, Francia y Países Bajos, incluso en Estados Unidos: «Sabemos que estas personas tienen un índice delictivo mucho más bajo que lo que se maneja en los medios», comentó.
La coordinadora de la maestría en Estudios sobre Migración destacó la importancia de repensar la movilidad, en el sentido en que el papel de México se ha vuelto el de un país de recepción, por lo cual se da la necesidad de cambiar las estructuras políticas para realmente ser un país que no solo recibe a migrantes, sino que cuente con una política pública de integración de personas migrantes, algo que destacan en su posicionamiento. Además de dar luz a otros actores de la movilidad que antes no se pensaban, como las y los defensores activistas de derechos humanos, porque no se pude detener la migración: «Ahora se ha tratado de criminalizar, ya no nada más al migrante, sino el que apoya al migrante, entonces una nueva visión de la movilidad humana también tiene que tomar en cuenta a estos actores que han salido perjudicados de la peor manera, criminalizando apoyo humanitario», destacó.
Movilidades en masa
En especial, se debe entender que los flujos ya no son como antes, pues ahora las movilidades son en masa: «Vemos barcos que salen de Libia cargados de personas, vemos ahora las caravanas como una nueva expresión de la movilidad que se tienen que mover en grupo porque precisamente esta es la forma en que se van a proteger de todas las vejaciones que viven en el trayecto, entonces es ir viendo estas nuevas formas de movilidad», explicó.
En el marco legal y políticas de Estado, mencionó que hay dos puntos clave que el Gobierno debe parar: primeramente, la Guardia Nacional, pues es preocupante que las personas migrantes tengan que enfrentarse a este cuerpo, el cual no tiene una base en derechos humanos, sino más impositiva, cuando estas personas no son delincuentes y lo que requieren es ser atendidas por expertos en funciones humanitarias por su vulnerabilidad. En segundo lugar, que se termine la complicidad con el Gobierno estadounidense de los protocolos de protección a migrantes, ya que México no puede brindarles la protección que necesitan, pues normalmente son personas perseguidas desde su país de origen, y en México también se enfrentan a sus agentes perpetradores. En resumen, no se les da protección, no se cuenta con infraestructura y es una completa violación a su derecho de pedir asilo.
«No quieren tener problemas con la autoridad, no quieren ser visibles; lo que quieren es transitar y llegar a su país de destino»
Karla Valenzuela
Coordinadora de la Maestría en Migración de la Ibero