Aproximan cartas a Fanny Anitúa y Giacomo Puccini
Dos cartas de 1917 halladas por Enid Negrete revelan el aprecio del compositor Giacomo Puccini por la contralto mexicana Fanny Anitúa
La aparición en el archivo histórico de la Casa Ricordi de dos cartas autógrafas de Giacomo Puccini (1858-1924) dan testimonio del aprecio del compositor italiano por la contralto mexicana Fanny Anitúa (1887-1968).
Las misivas, fechadas en septiembre y octubre de 1917, fueron localizadas por la investigadora Enid Negrete y divulgadas en la revista Pro-Ópera.
u Primera carta
En la primera carta, del 7 de septiembre, dirigida por Puccini a Carlo Clausetti, traductor y abogado de la Casa Ricordi, el célebre compositor expresa su deseo de que sea Anitúa quien estrene el papel de la Princesa en su nueva ópera Sor Angélica. “Querido Claudio”, le escribe, según la traducción publicada por la revista. “Suor Angélica está casi lista, de aquí a quince días estará terminada la instrumentación. ¿Cómo te la mando? Pienso que pudo llevarla yo cuando vaya para La Rondine en el Dal Verme. Dile a Tito (Ricordi) que quiero que las dos óperas se hagan en escena este invierno.
“Creo que se pueden hacer en Roma. Si no se ocupa él, ¿debo encargarme yo? Para Il tabarro se necesita a Titta Ruffo (barítono italiano) y para Suor Angélica han pensado en la Mazzoleni (Ester, soprano), y para la princesa en la Besanzoni (Gabriella, contralto) o la Anitúa. Suor Angélica durará una hora e Il tabarro, una o más: una hora y cuarto o una hora y veinte. Como ves, el espectáculo ya está. Respóndeme. Muchos saludos, Giacomo”.
Otros rastros
En una segunda carta, del 26 de octubre, Puccini vuelve a insistir. “Querido Claudio, adjunto una carta de (Emma) Carelli (soprano) en la que le escribí sobre mis obras y los intérpretes. Para Tabarro y Angélica necesitas una buena mezzosoprano: la (nombre ilegible) es demasiado inmadura, y yo no confío en la suerte. Necesitas a (Luisa) Garibaldi o quizás a Anitúa; en fin, una artista con esa autoridad”.
Sin embargo, a pesar de la recomendación e insistencia del compositor, Anitúa, nacida en Durango en 1887, no cantaría el papel en el estreno de Sor Angélica en 1918.
“Y no se contrata a Fanny Anitúa para hacer este papel, muy probablemente, porque ella está en América del Sur, haciendo giras muy largas por Uruguay, Argentina, Brasil, y es muy probable que esa haya sido la razón, y a que había estallado la Primera Guerra Mundial y a que las comunicaciones entre América y Europa no eran tan frecuentes ni tan fáciles”, expone Negrete en entrevista vía telefónica desde Barcelona, donde radica. Negrete dio con las cartas al seguir el rastro de Anitúa tras una polémica en redes sociales sobre si la mexicana habría tenido como compañero de escena al célebre tenor italiano Enrico Caruso durante la gira por el centenario de El barbero de Sevilla, de Gioachino Rossini, en 1916. Contrario a lo que sostienen fuentes mexicanas, la investigadora no ha podido hallar prueba documental que confirme esa mancuerna, pero lo que sí está probado es que la contralto ganó por concurso -organizado por Ricordi- el derecho a cantar el título en la gira conmemorativa.