Contra Rubí
Marco Berrelleza
Muchos problemas enfrentó Domingo Rubí durante su gobierno en Sinaloa. Además de los revoltosos armados que golpeaban diferentes partes del estado, tuvo en su contra a un grupo de diputados que aprovecharon su investidura para hacerle la vida pesada: Eustaquio Buelna (Distrito de Sinaloa), Eduardo Rivas (Distrito de Mazatlán), Francisco C. de Echeverría (Distrito de San Ignacio) y Ruperto Inzunza (Distrito de Mocorito). Estos legisladores, que se llamaron a sí mismos reformadores, habían logrado que el 18 de octubre de 1869 el Congreso sancionara la Constitución Reformada del Estado, la cual fue promulgada el 11 de enero de 1870 por el propio gobernador. Las reformas a la máxima Carta, según Buelna se realizaron con el fin “de hacer algunas aclaraciones y extirpar corruptelas”. Rubí se defendió, pero fue aplastado por la fogosidad de Buelna y compañía. Buelna acusaba al militar de incapaz y de estar al servicio del grupo tepiqueño. Ahora bien, según Héctor R. Olea las modificaciones que se hicieron fueron pequeñas, solo para “ponerla a tono con la Constitución General de la República de 1857”. En cuanto a la elección de gobernador y demás autoridades, siguió conservando el carácter de elección directa. La primera Constitución que indica el carácter directo de las elecciones se remonta a la reforma que se le hizo el 3 de abril de 1861.