Buena decisión
El Gobierno del Estado de Sonora tomó la decisión de cerrar para el público los tres estadios sede de beisbol profesional, luego de que al abrirlos, los aficionados demostraran cero intención de tomar en serio las medidas preventivas frente a la amenaza del COVID-19. Se trata de una decisión tan drástica como seguramente necesaria. Es así que los aficionados de Naranjeros de Hermosillo, Yaquis de Obregón y Mayos de Navojoa, tendrán que ver los partidos desde casa. Se entiende, pues, que aficionados de otros equipos no estarán haciendo viajes a esos inmuebles. Esto también es una medida que limita ese tipo de movilidad.
El llamado Órgano Colegiado Intersecretarial de Seguimiento, Evaluación y Supervisión de Medidas de Protección a la Salud y Reactivación Económica del estado de Sonora, fue quien determinó que a partir de los juegos de ayer sábado no habría más aficionados en los estadios.
En Sinaloa, todo lo contrario. Los estadios siguen abiertos y aunque ya en Culiacán se dieron incidentes, la liga tomó la decisión de vetar a un par de aficionados. ¿No era lógico que si la gente ya no hizo caso en su vida diaria, tampoco lo haría al asistir al beisbol?
El Gobierno hasta ahora ha dado a la gente muchas libertades, pero muchos ciudadanos parecen no estar listos para ejercer ese derecho, y ahora sería obligación ante los riesgos de COVID-19. Los juegos inician en Mazatlán la próxima semana. Ya en el futbol los protocolos fueron adecuados. Ojalá sigan en esa línea, pero si hay que suspender, no debe temblar la mano. Se trata de salvar vidas.