Una opción interesante para Navolato
Dieron formalmente inicio las campañas políticas y la oferta electoral, aunque abundante en aspirantes, la verdad es que es muy exigua cualitativamente hablando. Este escenario es en gran parte derivado de ese libertinaje político del que hicieron gala tanto aspirantes como partidos, a través del cual dieron rienda suelta a sus ambiciones personales y convirtieron sus procesos de postulación en un penoso espectáculo de prostitución electoral. Finalmente, salió un revoltijo de candidatos en el cual los principios, lealtades e ideologías quedaron a merced del mejor postor. Y es que una cosa es la libertad de elección que todo político tiene para mudar hacia nuevos horizontes, pero otra muy distinta es hacerlo sin más argumento que la desmedida ambición de conseguir o mantener el poder, aunque en ello se eche por la borda la dignidad y la congruencia.
Es así que estamos hoy ante escenarios inimaginables, como la fusión de corrientes políticas tan contrarias, el reciclaje de candidatos y la imposición de acuerdos cupulares que hacen cada vez más volátil o inseguro el llamado voto duro.
Por esta razón es que vemos perfiles muy contrastantes, donde el gran reto, como ya lo hemos dicho, será discernir entre quienes representan una buena y novedosa opción, y quienes son cartuchos quemados que solo buscan subsistir como parte de un parasitismo político que les asegure seguir viviendo del erario público.
En esta ocasión me llama poderosamente la atención un candidato como el Ing. César Quevedo Inzunza. Su currículum (real no inventado) lo dice todo, y en él podemos apreciar la formación profesional de una persona que es producto del esfuerzo y que ha logrado ascender exclusivamente gracias a su desempeño. Quevedo Inzunza busca actualmente dirigir el destino de Navolato, el más joven de nuestros municipios pero que lamentablemente ha tenido tan malos gobernantes, que a 39 años de haberse erigido como tal sigue como detenido en el tiempo, es decir, sin ningún cambio significativo en su infraestructura urbana, con una ausencia de planeación y con una deficiente prestación en sus servicios públicos municipales.
Lo que resulta interesante de este ingeniero químico petrolero por el Instituto Politécnico Nacional y con estudios de posgrado en Mercadotecnia y Administración Pública, es que sin padrinazgos logró forjar una reconocida trayectoria, la cual inició dentro del Instituto Mexicano del Petróleo y continuó como funcionario público, docente, legislador y empresario.
Si bien gran parte de su desempeño profesional lo realizó en el estado de Guerrero, donde además de ser diputado, logró mantenerse por muchos años como delegado federal de la SEP en esa entidad, cargo al que accedió exclusivamente por méritos (ya que fue postulado por concurso de oposición en base a una convocatoria abierta); la verdad es que también ha estado muy activo en nuestra entidad y nunca ha dejado de lado sus raíces en su natal comunidad de Las Trancas, en Bachimeto.
Al Ing. Quevedo Inzunza se le reconoce por su destacado desempeño como funcionario público e impulsor en la edificación de los Centros para la Formación para el Trabajo, desde donde fungió como uno de los principales artífices para la creación de lo que hoy es el ICATSIN (Instituto de Capacitación para el Trabajo de Sinaloa). Además de su actividad docente en la UAS como parte del cuerpo académico de la Facultad de Psicología, últimamente lo conocimos por su responsabilidad en la SEPyC como subsecretario de Educación Básica, desde donde logró rendir muy buenas cuentas.
Así pues, este candidato a la alcaldía de Navolato, fundador del prestigiado Colegio Mexicano de Ingenieros Químicos Petroleros, posee además de su sencillez en el trato, enormes credenciales que lo proyectan como una de las mejores opciones electorales. Este caso es diametralmente opuesto a aquellos candidatos que, como lo señalé líneas arriba, son proclives al parasitismo político, que no es otra cosa que vivir como parásitos en un hospedador que les mantiene sus privilegios sin ningún merecimiento. Lo malo es que ese huésped somos todos nosotros, los ciudadanos, ya que son nuestros impuestos con los que se les paga (y muy bien) a todos esos políticos que en campaña son la gran maravilla, pero que ya en funciones no sirven para nada… ah bueno, para enriquecerse sí.
De estos hay muchos casos y son fácilmente identificables, empezando por los alcaldes con licencia de Culiacán y Ahome, quienes aun con el pésimo papel que hicieron vuelven con total cinismo al ruedo electoral, uno por la reelección y otro con una privilegiada posición plurinominal como “premio” a sus locuras y desventuras.
La verdad es que no terminamos por entender la desfachatez y estulticia de estos parásitos políticos, donde se encuentran muchos de los que intempestivamente arribaron al poder en el 2018 por el arrastre de AMLO. Lo hilarante es que se la siguen creyendo porque dicen que la gente los conoce mucho, y bueno, en eso tienen algo de razón, porque es precisamente que los conocemos lo que hace muy poco probable que nos inclinemos a votar por ellos.