ARMANDO FUENTES AGUIRRE
Ha florecido ya el jazmín de Arabia.
Cuando se va la tarde esta planta de sugestivo nombre pone en la noche su aroma de mujer.
Salgo al jardín, y es como entrar en un cuento de Scherazada.
La enredadera me llama con su perfume voluptuoso; me trae a la memoria memorias ya olvidadas.
Cobarde, salgo del jardín y entro en la casa. Afuera se quedan los recuerdos.
Ahí deben estar: afuera.
Amo al jazmín de Arabia, y sin embargo le temo. Me dice cosas que ya no quiero oír. El tiempo hace que lleguen a destiempo.
Y sin embargo sé que mañana saldré otra vez al jardín y aspiraré de nuevo el aroma y los recuerdos.
Ya habrá tiempo después para el olvido.
¡Hasta mañana!...