RETOS Y RIESGOS PARA NUESTRA DEMOCRACIA
Cuatro expertos en ciencia política y temas electorales exponen sus reflexiones entre los pendientes para México en la consolidación de la democracia
Es común que en cada elección los ciudadanos escuchen descalificativos de la clase política hacia las instituciones electorales, el discurso de fraude electoral o las intenciones de debilitar a organismos autónomos, como el Instituto Nacional Electoral o bien los Institutos Electorales de los Estados, donde participan ciudadanos en la organización de las votaciones, así como en la defensa de los votos, no abona a la democracia mexicana que aún está en construcción, coinciden expertos consultados. Si ya existe un desánimo y desconfianza de la gente en los partidos políticos, la falta de confianza en instituciones independientes, como el INE, y la desacreditación constante hacia su trabajo pueden llegar a erosionar la confianza de la gente en que sus votos cuenten realmente. Pendientes
Aún quedan reformas pendientes para trabajar como, por ejemplo, facilitar los requisitos para que la figura de candidatos independientes pueda ser realmente usada por los ciudadanos o bien resolver los problemas constantes que ocurren en casillas especiales, donde no hay boletas suficientes para los votantes en tránsito, o hacer realidad el voto electrónico, que facilitaría los conteos en la próxima elección Presidencial en 2024; sin embargo, el fondo es que los partidos políticos y los políticos deberán respetar las instituciones, la decisión popular, dejar de polarizar al país y gobernar para todos usando a la política como un medio para realmente mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. u Aceptar la derrota
Otro punto relevante expresado por los expertos en materia electoral consultados para este artículo resalta en la importancia de que los perdedores reconozcan rápidamente la derrota, porque da certeza, pero si a pesar de que saben que han perdido salen y declaran un triunfo con base en información no oficial, como, por ejemplo, una encuesta de salida pagada por el propio candidato, puede llegar a confundir al ciudadano y generarle desconfianza en el proceso.