Reestructurando expectativas como padres
La familia es el principal eslabón del desarrollo desde el nacimiento. Ahí se aprenden las bases que llevarán a la toma de decisiones a futuro, el respeto, la comunicación y la empatía. Acompañándose y guiándose, para que cada integrante tenga seguridad y fortaleza de salir adelante en cada etapa de su vida.
Sin embargo, existen ocasiones en que la familia enfrenta situaciones que no tenían previstas, siendo ahí cuando se desestabiliza, llegando a ponerse a prueba todos aquellos cimientos que habían fomentado desde un inicio.
En este punto hablaremos, de la oportunidad que brinda la vida al ser padres con la llegada de un hijo, crecen las expectativas hacia él cuestionándose ¿Cómo será?, ¿Qué logrará? ¿Hasta dónde llegarán sus metas?, avanzando junto a él o ella desde el nacimiento y hasta desarrollarse en cada una de sus etapas, encontrándose en algunos casos que no se es igual o se sale de lo establecido como normal para la sociedad en cuestión de conductas, siendo inevitable en algún punto como padres comparar a sus hijos con otros de su edad e ingresar a una etapa de dudas, motivándose con ello a la búsqueda de alternativas o limitarse solo a las posibilidades que se tienen para educarles.
Siendo indispensable en este punto reestructurar expectativas, aprendiendo a ver a su hijo o hija como un ser individual, valorándolos con sus propias características, entenderlos y apoyarlos, pero al mismo tiempo fortalecerse como familia ante esta nueva etapa de vida, teniendo un diagnóstico claro, que permita la toma de decisiones bajo expectativas y necesidades específicas de su hijo y no desde el enfoque de las opiniones de los demás.
Posterior a ello, es necesario el reencontrarse como padres, ya que este proceso de búsqueda y claridad, puede llenar de dudas e incertidumbres el papel como padres, convirtiéndose en ocasiones en un proceso de duelo inevitable como familia, hasta llegar a la aceptación sobre la condición de vida de sus hijos y el nuevo estilo de vida que se desarrollara en su hogar. Teniendo claro que este punto de la aceptación, es algo muy importante y necesario, el lograr entenderlo, comprenderlo y acompañarlo, para convertirse como padres en fortaleza y ejemplo de seguridad, no solo para sus hijos sino también como algo indispensable en sí mismos, tomando las mejores decisiones y poder decir… “hijo o hija, todo va a estar bien, quizá las cosas no son como pensábamos o queríamos, pero podemos hacerlo”, ofreciéndoles un camino distinto que les permita ser felices como familia.
Todo lo anterior, con el fin de ser un reflejo de empatía en una sociedad donde se requiere cambiar paradigmas, ya que en la mayoría de los casos se rige con lo ya estipulado, convirtiéndose la inclusión en un reto, por la falta de conocimiento y empatía hacia las condiciones de sus hijos, quienes serán recibidos con todas a aquellas fortalezas o debilidades que desde casa se hayan brindado.
Pero sobre todo serán tratados con la sensibilidad y seguridad que como padres hayan desarrollado, de saber lo que su hijo o hija necesita, desde lo que a través de los años hayan logrado cimentar, para poder afirmarle a la sociedad…. “Yo como padre estoy haciendo lo que me corresponde, buscando alternativas para fortalecerlo, ahora dime tú ¿Qué vas a hacer para que él o ella también se sientan parte de la sociedad?