La impunidad que vulnera al sector periodístico
Dentro de unas horas se cumplirán nueve meses del asesinato de Luis Enrique Ramírez. El columnista de EL DEBATE fue encontrado muerto, envuelto en plástico trasparente de pies a cabeza el 5 de mayo del 2022.
LA FISCALÍA GENERAL falló al intentar procesar por el caso a Brysia N., a quien los juzgados federales le otorgaron el recurso de amparo. Así salió libre sin la posibilidad de ser juzgada por el homicidio. En respuesta la FGE optó por ofrecer una recompensa para quienes provean información que permita ubicar y detener a los dos supuestos responsables. Sus rostros han sido publicados por los medios impresos y electrónicos, pero no hay más avances. Nada vulnera más al sector periodístico como la impunidad. El 99 por ciento de los ataques ejercidos en contra de la prensa quedan rezagados ante la ineptitud de las autoridades para procurar la justicia. Esto genera la percepción de que cualquier persona puede atacar a un periodista, sin que pague por ello. Es una realidad dolorosa, peligrosa para el avance de la democracia y el desarrollo civil de los ciudadanos. Una prensa libre representa el ejercicio pleno del derecho a la información y a la rendición de cuentas. Un periodista menos representa un retroceso en las posibilidades de acceso a la información veraz y a la difusión de opiniones e ideas.
EL GOBERNADOR del estado, Rubén Rocha, prometió que la muerte de Luis Enrique Ramírez no quedará impune. Los periodistas y el resto de los ciudadanos sinaloenses aún esperan que cumpla su palabra.