PRI se disputa lo que queda del poder
Especialistas consideran que Alejandro Moreno ha construido su fortaleza al interior del partido, lo que podría permitirle movilizar la expulsión de Osorio Chong
Mientras que un grupo de senadores del PRI rechazan públicamente a su presidente de partido, Alejandro Moreno, este los califica de lacayos, esbirros o esquiroles, un rasgón más a la relación que parece insostenible desde el 2022.
Los priistas de antes y después de la derrota presidencial del 2018 enfrentan la más intensa disputa por lo que queda del poder. Están en la línea de tensión, consideraron analistas políticos consultados por EL DEBATE.
Suma de críticas
El más reciente desplante para Alejandro Moreno se dio por parte de los senadores Miguel Ángel Osorio Chong y Claudia Ruiz Massieu, ambos expresidentes del PRI. Los senadores suspendieron la plenaria de su grupo parlamentario a la llegada de Alejandro Moreno, al señalar que no estaba invitado. Después del incidente acordaron una reunión institucional, que sería para el 9 de febrero.
Víctor Manuel Alarcón Olguín, especialista en procesos y partidos políticos, apuntó que frente a las críticas, Alejandro Moreno ha reaccionado básicamente con una postura de no los veo ni los escucho y no solamente eso, también ha reforzado el control interno del partido, teniendo una mayoría importante en el Consejo Político Nacional priista. “Que incluso, como vimos en la última reunión de manera muy destacada, hasta logró una enmienda de estatutos que le va a permitir extender su mandato más allá del proceso electoral 2023”. De esta forma, podría empatarse con las posibilidades de que sea candidato presidencial en 2024, aunque sea poco factible, dijo el especialista.
Expulsión Osorio Chong
Después del incidente en el Senado, el líder del Movimiento Territorial del PRI, Erubiel Alonso, solicitó al Consejo Político Nacional del partido la expulsión del senador Osorio Chong.
Al respecto, Alarcón Olguín opinó que por los números que Alejandro Moreno maneja en el Consejo Político Nacional del PRI, “desde luego que puede promover la expulsión de Osorio Chong, aunque sería un asunto que terminaría forzosamente en el ámbito del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación”, apuntó.
Para el académico, Osorio Chong no se quedaría con una expulsión de partido en su currículum.
Conocedor de las leyes electorales, Alarcón Olguín enfatizó que en las actuales condiciones, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación todavía tiene capacidad de injerencia por lo menos hasta que quede asentada la reforma electoral, ya que con los cambios propuestos con el Plan B, estas condiciones se verán más limitadas y quedarán a control de los órganos internos de cada partido.
Posturas
Juan Pablo Navarrete, politólogo, maestro y doctor en estudios sociales, añadió que el PRI es un partido históricamente acostumbrado a tener un máximo líder y que pusiera disciplina. Ese líder era el presidente de la República. En algún sentido, apuntó que esa disciplina todavía se mantuvo con Enrique Peña Nieto. Sin embargo, consideró que ese escenario no es ni cercano al que se está viendo en este momento. Incluso, el académico rememoró que ante la ausencia del presidente priista, cuando gobernó el PAN, esa posición o esa figura de concentrar o empujar al partido, recaía mucho en los gobernadores y la relación que tenían con el presidente nacional del partido. “Esa situación también es muy diferente en la actualidad porque el PRI solo tienen tres gobernadores, entonces, el poder está muy acotado”.
En ese sentido, el académico concluyó que el escenario es muy frágil para el PRI porque no tienen un presidente que ponga orden o gobernadores que puedan asumir ese reto.