Otro envite del pleito Morena-PAS
Es una verdadera pena que siendo urgente la reforma integral al sistema de educación superior en Sinaloa, la mayoría de la gente no le crea al líder parlamentario Feliciano Castro ni al gobernador Rocha Moya de que en realidad quieran actualizar las leyes orgánicas, principalmente de la Universidad Autónoma de Sinaloa con fines no políticos. Las actitudes y declaraciones de ambos morenistas se hacen como si la política se hubiera inventado hoy, por la forma torpe como lo plantean. Por cierto ¿en dónde está la SEPyC en este embrollo? y ¿de qué han servido las reuniones permanentes presididas por el subsecretario Rodrigo López para conformar el sistema estatal?
Con todo y que a esas reuniones asisten autoridades, expertos y representantes del Congreso, no han sacado adelante la nueva ley estatal de educación superior.
Por la manera infantiloide en que actúan, y por quien obtiene ganancia política de esta bataola, parece que, desde el cuarto de guerra de Castro, que busca la senaduría en 2024, idearon agarrar ahora la agenda contra el PAS para posicionarse como reformista y aparecer en medios. Pero cómo olvidar que, en 2018, con su labia alcanforada declaró que Morena y el PAS cambiarían la política con base en el amor. Esto es verosímil porque se le vino abajo convertir al Triángulo Dorado, la tierra del narco, en el Triángulo de la Bondad. Los gobiernos de Durango y Chihuahua no dispusieron presupuesto para esa ocurrencia.
Al gobierno rochista le asiste mucha razón cuando declara que en la UAS se viola la autonomía desde adentro, pues la estructura universitaria ha hecho simbiosis con la estructura del PAS. Así, miles de académicos y empleados cumplen jornadas de proselitismo a favor del “proyecto del maestro Cuen”, a partir de un cronograma por unidad académica. Las direcciones de escuela y jefaturas en la administración central se ganan con singladuras partidistas.
Pero cómo creerle al mandatario si reiteradamente ha incumplido su palabra y a los universitarios que han luchado para erradicar el corporativismo pasista, los han dejado colgados de la brocha una y otra vez. Hacemos votos porque los doctores Rubén Rocha y Jesús Madueña se pongan a la altura de su responsabilidad y acuerden una agenda de transformaciones a partir de diagnósticos, propuestas, involucrando a la comunidad universitaria y a los organismos vinculados con la educación superior. Ya basta de enturbiar con grillas un asunto tan importante. Si se ponen a trabajar con autenticidad, la ciudadanía se los va a reconocer.
JESÚS AGUILAR PADILLA
Con el fallecimiento de Jesús Aguilar Padilla, último gobernador priista de la vieja guardia, (Quirino fue un advenedizo de varios grupos), termina una época entre la clase política de Sinaloa, que auténticamente buscaba aportarle al estado cambios que pudieran tener trascendencia histórica. Resulta difícil hacer una apología de cualquier gobierno, pero las diferencias y los estilos se notan a pesar de los defectos y omisiones conocidos por todos.
Jesús Aguilar Padilla llegó a la gubernatura a los 53 años de edad con toda la enjundia de alguien que escaló en el aparato burocrático desde la posición más modesta, e incluso en el ámbito laboral, en los medios, antes de ser locutor, se inició como cobrador. Eso le dio templanza y carácter.
Integró su gabinete buscando gente capaz, aunque no fueran sus cuates. En Agricultura estuvo Jorge Kondo; en Desarrollo Económico, Jesús Vizcarra; en Educación, Florentino Castro; en la jefatura de asesores, Rubén Rocha; en la dirección del DIF, Rafael Castro; en Salud, Héctor Ponce, que son mejores uno a uno que los actuales. Además, se rodeó de gente que consideraba talentosa.
Lo recordamos con afecto por su tolerancia con los medios. Durante su sexenio fui pertinaz crítica como columnista de muchas de sus acciones de gobierno, y nunca recibí represalia o mención ofensiva alguna, ni en público ni en privado, contrario a los tiempos actuales en que los periodistas son reprochados en la semanera hasta por cosas baladíes. Nuestro sentido pésame a sus hijos: Jesús, Iris y Celeste. Descanse en paz.