Las graves consecuencias del efecto chum en la Semarnat
La semana pasada les hablé sobre el efecto chum, un concepto reciente para explicar cómo actualmente en muchas áreas de gobierno no se valora ni la calificación ni las capacidades de las personas para desempeñar de manera eficiente un cargo. No se valora, porque muchas autoridades prefieren, poner a personas de su confianza (amigos o familiares) en importantes cargos, que a personas preparadas y capacitadas.
Ahora les voy a aterrizar el efecto chum. Durante el año pasado, el 2022 la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS) de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) fue prácticamente inoperante, mantuvo frenados todos los trámites y gestiones. Situación que además de agudizar la condición de riesgo que padecen varias especies silvestres, está mermando o tambaleando la fuente de sustento de miles de personas a lo largo de la República.
En los últimos 25 años nunca había ocurrido lo que sucedió en la Semarnat; por un lado no se estaban otorgando ningún tipo de permisos para el manejo de vida silvestre, y por el otro había una persecución y acoso a los Predios o Instalaciones que Manejan Vida Silvestre (PIMVS) y a las UMAS que son predios de propietarios o poseedores que voluntariamente los destinan a la conservación y aprovechamiento sustentable de las especies silvestres que ahí habitan.
Hasta para actividades fundamentales de nuestro ecoturismo, como lo es el avistamiento de ballenas, no salieron los permisos a tiempo durante el último año. No sé si lo sepan, pero estos increíbles animales brindan diversos servicios ecosistémicos por lo que es fundamental su conservación que, a su vez, generan un impacto positivo muy importante en las economías locales que dependen completamente del turismo de su observación.
Y para tener esta actividad en regla, con normas que protejan a los ejemplares, se necesitan los permisos de la Semarnat para asegurar su protección y bienestar, y simplemente muchos de ellos no salieron.
De igual forma tampoco salieron los permisos para los campamentos tortugueros, por lo que no se pudo proteger debidamente la anidación de las tortugas en muchas costas de la República y se registró más saqueo de huevos que en años anteriores.
Bueno, esto por supuesto no solo afecta a la fauna silvestre, sino también a la flora, pues han llegado al colmo de negar autorizaciones de colecta de semillas para reforestar, no solo no apoyan a las comunidades para hacer esta increíble e indispensable labor, sino que les bloquean todos los esfuerzos que hacen por recuperar los bosques, ecosistemas que nos dan oxígeno y vida a todos.
Y por si fuera poco están frenados varios permisos para la exportación e intercambio de especies para su conservación. Hay muchos ejemplares que están esperando ser repatriados como algunos tigres a la India y varios lobos a Estados Unidos para continuar con todo un largo trabajo de repoblación de especies en sus hábitats naturales. Se trata de exportación de animales exclusivamente para su conservación, liberación y repoblación, y están detenidos por la DGVS.
Podría seguirme como hilo de media, pero lo que quiero dejar claro es que ha habido retrasos en los permisos, negativas o bloqueos absurdos y sin sustento, silencio administrativo, etc. Y todos esto esta dificultando mucho el enorme trabajo de protección y conservación de especies y ecosistemas que realizan muchas de las PIMVS y UMAS en nuestro país. Y, ¿adivinen por qué razón? Pues porque muchas de las personas a cargo de áreas importantísimas de la Semarnat no están preparadas, capacitadas ni especializadas en los temas, bueno hay quienes ni si quiera conocen a bien las áreas que dirigen.
Antes de calículos aclaró que escribí en pasado, porque cruzo los dedos, confío, espero, deseo realmente que este año las cosas cambien en la Semarnat, de lo contrario aún más especies y ecosistemas estarán en riesgo, y miles de personas más se quedarán sin fuente de sustento en nuestro mágico-México.