El Debate de Los Mochis

“Mi abuelo me dio un cajoncito y me dijo que siempre iba a traer dinero”

- Adrián López debate@debate.com.mx

Atareado en dar todo el brillo posible a los zapatos, Orlando Portillo pone todo su empeño y conocimien­tos que adquirió desde los 12 años de edad para ofrecer un trabajo de calidad y que los clientes regresen.

Es un oficio que le encanta y con el cual ha logrado sacar adelante a su familia. Recuerda con mucha alegría cómo se inició en esta actividad como bolero desde que era un niño.

“A la edad de 12 años, mi abuelo Román Portillo me dijo que me iba a hacer un cajoncito, y que para donde fuera que lo llevara siempre iba a tener dinero. Y así fue, gracias a esas palabras que él me dijo, que siempre iba a traer dinero y que nunca me iba a faltar nada”.

A sus 51 años de edad, él atesora en su alma estas acciones de su abuelo como una herencia que se ha convertido desde entonces en su estilo de vida. “Me gusta mucho mi trabajo, me gusta mucho lo que hago: ser bolero, y ser bolero no nada más es venir y bolear zapatos, sino dejarlos bien para que la gente vuelva porque de ahí comemos, de ahí mantenemos a toda una familia”, dice. Asegura que con la bolería no falta nada para comer y que todos los días se levanta pidiéndole a Dios para que le vaya bien en su trabajo.

“Somos tantos boleros y a todos nos da trabajo mi padre Dios. Haciendo buen trabajo, hacemos clientes. Somos más de cien boleros en la ciudad”. Expone que cuando se hizo el reordenami­ento en el centro de la ciudad de Los Mochis, dejaron a los boleros porque es un oficio que las personas requieren.

”Tenemos una Coordinaci­ón, por eso el Ayuntamien­to nos dejó aquí, porque hacemos falta y se nos pidió que fuéramos respetuoso­s con las personas”.

Todos los días, el señor Orlando llega a su trabajo a las 8:00 horas y se retira a las 19:00 horas. El único día que se va más temprano a su casa es el domingo.

“Los domingos me voy a las 4 de la tarde para sacar a mis nietos a pasear.”

Oficio con brillo

Comenta que pasan los años, pero que el oficio del bolero sigue brillando porque los clientes no se acaban y acuden de todas las edades para traer unos zapatos o tenis impecables.

“El trabajo del bolero no se acaba. La gente quiere mucho los zapatos viejitos, los conserva y les da mantenimie­nto. Ahora hay mucho material muy bueno para lustrar zapatos. Se pintan bolsos, cintos, le damos vida a los zapatos. Es necesario saber aplicar el material para que el cliente vuelva. Tengo clientes de años, muy buenos, incluso los taxistas son clientes míos. Y sí, tengo mucha gente”. Menciona que mucha gente tiene mal concepto de los boleros, pero defendió que son personas que trabajan honradamen­te, con el objetivo de mantener a la familia y salir adelante.

El señor Orlando menciona que gracias al buen trato con sus clientes y al trabajo que hace con mucha responsabi­lidad, logra bolear entre 20 y 30 pares de zapatos al día. Actualment­e, la boleada de los zapatos cuesta 30 pesos con tinta y crema.

Dice que las fechas con mayor actividad empiezan desde septiembre hasta enero, y que durante los meses calmados, de todas maneras sacan para comer.

Cuando sale de su trabajo de la bolería, la cual se encuentra ubicada frente al Mercado Independen­cia, aunque sea de noche sigue trabajando, pues aprovecha para impermeabi­lizar viviendas. Comenta que es necesario trabajar mucho, porque la vida no está nada fácil.

Me gusta mucho mi trabajo, me gusta mucho lo que hago: ser bolero.”

ORLANDO PORTILLO

BOLERO

 ?? JORGE COTA ??
JORGE COTA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico