¿Qué es un país progresista?
Nos llamó la atención la declaración de Marcelo Ebrard, en el sentido de que México y Cuba convocarán a una cumbre de “países progresistas”, con el propósito de discutir los problemas que tienen en la región. Ello lo dijo el canciller mexicano en el marco de la visita del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel. Para ello buscarán reunir a países como Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Venezuela, Bolivia, Chile y Honduras, en cuyo contexto surgió en este colaborador de EL DEBATE, la pregunta elemental: ¿Qué es un país progresista? Si a esta noción se le confunde con los niveles de progreso de su población o con los estilos de gobernar.
Si es con los niveles de progreso de su población, nada tiene que ver que los citados países sean de corte progresista, si el análisis lo realizamos a partir de los indicadores socioeconómicos y políticos. Los indicadores socioeconómicos son medidas estadísticas referentes a la dimensión social y económica de una sociedad humana. Se trata de un elemento de análisis muy utilizado por las ciencias sociales en el análisis de la sociedad y la elaboración de políticas públicas.
Los indicadores socioeconómicos están vinculados a fenómenos sociales y económicos específicos sobre los que se puede actuar. Son imprescindibles para una correcta interpretación de la realidad social.
Las áreas temáticas de la dimensión social más comunes son, entre otras: población, educación, hogares, salud, vivienda, trabajo, cohesión social y pobreza.
En la dimensión de la población, por ejemplo, observamos que, conforme a datos proporcionados por el Coneval, al año 2020 México registra el 49.3 % de pobreza en la citada población, habiéndose incrementado del 2018 a 2020 el 2.5 % en materia pobreza extrema; en lo que se refiere al ámbito educativo, nuestro país presenta el 19.2 % de rezago, habiéndose incrementado en ese renglón el .2 % en lugar de disminuir; por otra parte, en materia de acceso a los servicios de salud, vemos que solo el 28.2 de la población goza de ellos, aunque de muy mala calidad, además dejaron de surtir el año 2021 poco más de 24 millones de recetas médicas por parte del IMSS, Issste, clínicas y hospitales de Pemex, así como las Fuerzas Armadas, esto a consecuencia del desabasto de medicamentos. Ante esos indicadores, no sé a qué le llaman países progresistas México y la isla caribeña, si la población de Cuba, por ejemplo, se encuentra en la miseria, a pesar de haber triunfado la “Revolución” en ese país en julio de 1958 –hace casi 65 años del derrocamiento de Fulgencio Batista el 31 de diciembre de ese año–, pero que, en realidad, se estableció una dictadura por Fidel Castro Ruz y su hermano Raúl, en donde no se respetan las más mínimas y elementales libertades humanas.
Aquí en México ahora vivimos con Morena una extremada intolerancia. Países progresistas no son en los que se reprime la libertad de expresión, tampoco en los que se ataca a los académicos y científicos, mucho menos en los que se asocia la política con el crimen organizado, ni en los que se selecciona a servidores públicos ignorantes e ineptos, y fuera de todo perfil como sucede con el actual director de Pemex, que es ingeniero agrónomo, no experto en el ámbito petrolero. Así podríamos repasar a todo el gabinete, incluido el ampliado, en donde el criterio es que el 90 % sean sumisos al presidente López Obrador, y no la capacidad técnica la que rija en su designación, confundiéndose así, literalmente, lealtad con la sumisión.
No hay que confundir progresista con marxista o con izquierdista. Progresistas son Islandia, Finlandia, Suecia, Noruega, Nueva Zelanda, Suiza, Reino Unido, entre otros países; en los cuales se observa mayor índice de progreso material de su población en materias como salud, alimentación, educación, vivienda, ingreso per cápita, y no solo progreso de índole teórico como lo conciben los izquierdistas trasnochados.