Acusan que comuna demandó a CFE a modo y deficiente para perder
El empresario Joaquín Lechuga señala que fue mal elaborada la denuncia para recuperar 35.7 millones de pesos que fueron cobrados de forma indebida
Acasi un año de que se realizó un estudio cuyo resultado advertía cobros indebidos de CFE por 35.7 millones de pesos al Ayuntamiento de Ahome, la empresa Sistemas de Alumbrado Público Municipal (SISER) acusó que fue mal elaborada la demanda de amparo interpuesta para tratar de recuperar esos recursos.
Joaquín Fernando Lechuga Moreno, director adjunto y representante legal de la empresa, consideró que hay `intereses personales'.
“Una demanda hecha a modo para perderse, un seguimiento judicial deficiente, quizás a órdenes recibidas por Dalvingh Iturríos Corrales, director de Asuntos Jurídicos, porque ineficiente e impreparado no lo es”, comentó.
Señaló que el alcalde Gerardo Vargas y el director de Administración, Gerardo Hervás, a quien calificó como quien `decide lo que se hace o no se hace', le están apostando a que el proceso se consuma en el Juzgado Sexto de Distrito y el caso quede olvidado.
“Se vale suponer que por intereses personales... ¡quizá cambió el trompo por las canicas!”, expresó. Recordó que el 29 de abril de 2022 se le entregó el estudio a las autoridades municipales, en el que se observaba un saldo recuperable por 35 millones 720 mil pesos de cobros aplicados durante los ejercicios de 2020 y 2021, pero la demanda contra CFE se interpuso en octubre.
Y que SISER ya había trabajado para el Ayuntamiento en las administraciones de
Francisco López Brito y Esteban Valenzuela, en las que detectaron cobros indebidos por 7.5 y 12.5 millones, respectivamente, recalcando que ambos sí actuaron de inmediato y de forma apropiada, logrando la recuperación total de los recursos en menos de un mes.
Evadir responsabilidad
Lechuga Moreno acusó que el alcalde Vargas también pretende evadir la responsabilidad de cubrirles los honorarios por la elaboración del estudio.
“Con ese comportamiento asumido solo pretende robarle a la empresa que hizo el estudio los honorarios que le corresponden, los que, poniendo su supuesta honestidad y decencia, su integridad, principios y valores morales, se comprometió pagar. ¡La realidad es otra, y está demostrada!”, exclamó.
Se vale suponer que por intereses personales... ¡quizá cambió el trompo por las canicas!"
JOAQUÍN LECHUGA
EMPRESARIO