El smart working
Las próximas reformas laborales en México deberían apuntar a este modelo que tanto bien nos hará como sociedad, empresas e individuos.
La crisis climática, económica, política, social y sanitaria de estos últimos años han generado un cambio radical en la forma de existir del ser humano; un punto de inflexión sin retorno en el que la población es abundante y los recursos escasos al mismo tiempo que la tecnología transforma lo que toca a un ritmo de vértigo. Hoy la mayoría de nosotros tenemos nuestra vida cargada en dispositivos móviles de inteligencia artificial, lo cual nos motiva a revaluar el rol del ser humano en el campo laboral, de lo que surgen propuestas disruptivas como la del smart working, ¿es este un esquema oportuno para la nueva era?
Aunque se ha especulado mucho sobre el futuro del trabajo, nadie sabe a ciencia cierta que pasará con la fuerza trabajadora en este país y en el mundo. Sin embargo, la amenaza de la inteligencia artificial empezó antes de lo previsto con el reciente lanzamiento del nuevo chatbot de inteligencia artificial ChatGTP que consiste en realizar tareas humanas como escribir ensayos académicos, poesía, planes de negocio, etc. Empresas estadounidenses como Microsoft han empezado a fascinarse por este nuevo asistente personal que en estricto sentido desplazará a buena parte de la clase trabajadora si no se imponen ciertos límites a la tecnología y si no se evalúan sus riesgos tal como lo escribió Daron Acemoglu en su artículo titulado: Whats is wrong with ChatGTP en Proyect Syndicate.
Sin embargo, lo que más me interesa tratar en esta columna es cómo ha cambiado la psique de las personas para justificar la entrada del smart working con la plétora de cambios recientes y el efecto que ha tenido el capitalismo rampante que se ha apropiado de nuestro ser generando dinámicas invisibles que ha llevado a que el ser humano viva en un individualismo extremo, es decir, como menciona Silva Zanella, autora de “El futuro del Trabajo es femenino”, en un bien- estar, pero no un bello estar. Las redes sociales son una gran referencia de cómo algunas personas han elegido plataformas para destacar por sus habilidades o talentos administrando su tiempo o fortaleciendo su marca personal en lugar de su currículum vitae.
Así lo piensa el polémico multimillonario Elon Musk en donde a partir de diversas declaraciones ha manifestado la importancia de ir adoptando la educación al reforzamiento de habilidades y aptitudes, para el próximo futuro, además afirma que si bien es cierto que cuando alguien se gradúa de una gran universidad es un indicador que puede ser una persona capaz de realizar grandes cosas, no necesariamente es el caso.
Ahora bien, el mundo se está abriendo a enfocarse en la persona y en definir a la vez esa búsqueda del sentido como seres humanos, lo que somos capaces de dar y nuestro talento. Por lo tanto, se están reuniendo los ingredientes esenciales para reflexionar en este escenario crucial de la historia de la humanidad: ¿qué papel juega en el campo laboral y que podríamos ir haciendo para afrontar los nuevos cambios inevitables?
En mi opinión, contar con la opción del smart working revolucionaría el mundo del trabajo en México, especialmente para las mujeres y a los jóvenes, porque a diferencia del teletrabajo este es un modelo centrado en los objetivos y resultados que como trabajadores podemos dar sin contabilizar las horas ni lugar de trabajo basado. Se basa en una relación de confianza en donde el valor se plantea sobre los talentos y logros en lugar del cumplimiento de horarios fijos. De esta manera, se empodera a los trabajadores al darles la facilidad de trabajar por un proyecto en común que es la empresa de manera paralela a la que cultivan su bienestar integral.
Algunas críticas del smart working dicen que existirían diversos factores pudieran distraerte, sin embargo, si el empleado está incentivado y se autogestiona de una forma positiva, está comprobado que puede lograr resultados en menor tiempo y con mayor eficiencia.
Además, este esquema ha sido muy bien aceptado en ciertas partes del mundo. Según una encuesta de McKinsey el 80 % de los encuestados afirman disfrutar en casa, ya que así tienen tiempo para conciliar trabajo y vida familiar. En particular, las mujeres tendrían un mayor ingreso y permanencia en el trabajo de México y tanto hombres y mujeres disfrutarían más de sus tiempos libres al no tener un horario fijo que los esclavice y genere la enfermedad del siglo XXI: el estrés.
En México, que según la OCDE entre sus miembros es el país con las jornadas laborales más largas, la calidad de vida se ha visto mermada para las personas dentro del mercado laboral, además según datos de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo, las jornadas laborales extensas han ocasionado la alza en muertes estos últimos años; en 2021 hubieron 745 mil defunciones, cifra 29% superior a la del año 2000, al contabilizar las muertes por accidentes cerebrovasculares y cardiopatía isquémica.
Adicionalmente, las eternas jornadas no se reflejan en productividad equivalente al tiempo que pasamos dentro de una oficina. El senador Miguel Ángel Mancera acaba de presentar una iniciativa en donde en lugar de 8 horas se proponen jornadas de 6 horas como alternativa a esta situación. Si bien me parece una buena iniciativa, sobre todo porque está tocando este tema tan crucial para nuestra vida, no resuelve de fondo el problema del trabajador. En cambio, el smart working sí lo resuelve al establecer esquemas sin horario fijo enfocado en los objetivos, talentos y resultados del empleador y a la vez ser el insumo que necesita una empresa.
En este año, está la aplaudida reforma laboral que pasa de otorgarnos vacaciones de 6 a 12 días como mínimo en sus artículos 76 y 78 de la Ley Federal del Trabajo. Otro paso importante que, una vez más, resuelve un síntoma, pero no el origen del problema. En el smart working, podrías conciliar estar de vacaciones y viajando al mismo tiempo, porque podrías cumplir con tus obligaciones desde cualquier parte del mundo lo cual, por supuesto, también reduciría los problemas de tráfico y contaminación que experimentan las ciudades actualmente.
Los últimos cambios han sido innovadores y positivos, no encuentro una forma más innovadora y que resuelva de fondo los problemas actuales que el smart working dándole a la clase trabajadora la opción de viajar, permanecer tiempo con sus seres queridos con un esquema benéfico para ambas partes. La persona trabajadora, que habita en su “bello-estar” es más productiva y explota mejor su talento porque el esquema se enfoca en ella. Las próximas reformas laborales en México deberían apuntar a este modelo que tanto bien nos hará como sociedad, empresas e individuos, y al mundo.