Festival Alfonso Ortiz Tirado
Desde hace algunas semanas, surgen opiniones sobre la austeridad y la esencia del Festival Cultural Alfonso Ortiz Tirado, en su trigésima octava edición, misma que se llevó a cabo del 20 al 28 de enero, además del efecto que causó la calidad de las propuestas artísticas. El Dr. Alfonso Durazo Montaño, Gobernador del estado de Sonora, declaró la participación de 713 artistas locales e internacionales y cerca de 100 artistas de pueblos originarios, 91 conciertos, 12 escenarios y una inversión de 20 millones de pesos, generando un impacto de más 71 mil visitantes al pueblo mágico de Álamos y 40 mil espectadores que disfrutaron de los distintos escenarios, además de una derrama económica de 50 millones de pesos.
En términos numéricos, ha sido señalado el Festival por los recortes presupuestales a la cultura en Sonora, y en consecuencia, al propio FAOT; además, tenemos que entender los efectos en el mundo, derivados de la pandemia del covid-19. Otras voces y plumas han criticado la amplia participación de artistas locales como un mal auguro del quebranto en la calidad artística de la oferta de la programación.
Sin embargo, una actividad sociocultural tan grande como el Festival, no solo debe considerar indicadores numéricos, ni que una mayor inversión de recursos financieros represente la presencia de eventos con mayor calidad en su programación. A pesar de los ajustes presupuestales en mención, esta edición con sus 91 conciertos atrapó a los espectadores con las propuestas artísticas de gran calidad que provocaron la sana convivencia social.
Ahora bien, a medida que se acercaba la realización del Festival, surgieron los defensores de lo que llaman “la esencia”, los excelsos puristas, que anhelan una programación completa de música de concierto, bel canto y ópera, o bien, aquellos que buscan lo popular, comercial y su diversificación para generar derrama económica en el pueblo mágico de Álamos, en esto último, como lo menciona el gran maestro Ángel Mestres “no habrá desarrollo económico sin desarrollo cultural”. Por lo tanto, deben entender que es prioridad en el desarrollo, enfatizar en la inversión en la dimensión cultural y posteriormente, generar las anheladas derramas económicas, que, por cierto, en la historia del pragmatismo de la política sonorense se concibe el desarrollo, como el mayor número de obras tangibles, pero lo que alimenta el espíritu es casi nulo.
¿Y qué son los festivales?, ¿cuándo surgen? La idea del festival surge hacia el 4500 a. C. para celebrar a los dioses. Los egipcios fueron los primeros en realizar estos actos los cuales se acompañaban de música y danza. Posteriormente vinieron los griegos y los romanos, en especial los primeros se recuerdan por los Juegos Píticos en Delfos, los cuales contenían actuaciones musicales y se consideran como los primeros festivales reconocibles.
Podemos comprender entonces que un Festival es una celebración que se realiza, generalmente, por una comunidad o un municipio (o varios), que se centra en algún tema o aspecto único de la comunidad que refleja un sentido de pertenecía.
Puede diseñarse para una expresión artística, a un personaje, a la producción económica, tradiciones o costumbres de una comunidad entre otros acontecimientos. Actualmente, existen en el mundo y en México, festivales de artes, de pueblos originarios, tradiciones y costumbres, culinarios, entre otros. Es determinante que, en el diseño de un festival, conozcamos las fases de la planeación que incluyen la definición de la vocación, los recursos humanos y económicos, el objetivo y por su puesto el establecimiento de metas e indicadores claros, el público al que se dirige y con los foros y espacios que se tienen para su realización. La metodología es fundamental para la exitosa realización, así como las capacidades del equipo que contribuye en la operación de las fases de: planeación, organización, realización, seguimiento y evaluación de los resultados.
Por ello, la vocación es fundamental en el desarrollo de un festival, pues orienta la tendencia o el enfoque, y a esta vocación deben atender todas las actividades del programa u oferta artística-cultural, étnica o académica. Todo esto, asegura transitar por los correctos caminos. Quienes se atreven a organizar un Festival, por lo menos, previamente, tienen que haber conocido otros festivales, participar en algún staff, colaborar en alguna dependencia de cultura o tener mínima experiencia en el diseño de eventos culturales. Por ello, la clase política tiene que aprender a asistir a eventos culturales, muestras de teatro, danza o música para que tomen decisiones inteligentes y no abruptas.
Un amante de la música siempre vivirá en los festivales como en un culto, buscará eventos masivos donde se congregan miles de personas extasiadas para disfrutar de los mejores artistas del género a que el Festival hace referencia.
El Museo Costumbrista de Sonora se inauguró el 10 de noviembre de 1984, para el mes de diciembre Antonio Estrada Cantúa en una reunión con el gobernador, el Dr. Ocaña en el Palacio de Gobierno en Hermosillo, expuso la necesidad de implementar un plan de desarrollo del gran proyecto cultural, que implicaba garantizar estrategias de salvaguarda, conservación y preservación de ese nuevo espacio, y del acervo histórico y patrimonio cultural material e inmaterial de Álamos.
Ese mismo diciembre del 1984, Antonio Estrada Cantúa, como director del Museo Costumbrista de Sonora, elaboró su plan de trabajo del siguiente año, ahí se programó celebrar, en enero de 1985, el 92 Aniversario del natalicio del Dr. Alfonso Ortiz Tirado, lo que posteriormente, derivó en el Festival Cultural Alfonso Ortiz Tirado.
En un principio, fue un evento musical muy concurrido, desde su inicio, dio señales de éxito, la velada fue maravillosa, con en el calor de la voz de la cantante Elsa Limón y el pianista Rito Emilio Salazar. Después se disfrutó de una función del Ballet Folclórico Yoreme AlLeiya del ITSON en el palacio municipal. Por supuesto, que familias de apellidos muy notables asistieron a los primeros homenajes del tenor de América.
El Festival Cultural Alfonso Ortiz Tirado nace de la inspiración, con la vocación y el anhelo de una idea que emana del interior, del espíritu y la necesidad de dar para el alma del ser. A través del tiempo el Festival se ha convertido en un alud de música con un prestigio nacional e internacional, la aportación de los alcaldes, gobernadores y directores del Instituto Sonorense de Cultura, han hecho posible la consolidación de este gran homenaje a la voz humana y la música.
En cada edición, hay que celebrar también a cada uno de las personas que pensaron en la preeminencia de homenajear la figura de un gran artista, de un ser humano generoso como pocos.
Con el paso del tiempo a través de un proceso arduo, los pobladores del pueblo mágico de Álamos se identificaron y apropiaron de Festival como una oportunidad del desarrollo de emprendimientos locales y la prestación de servicios, que se reflejan de manera inmediata en los bolsillos, ello ha posibilitado que asimilen las fortalezas para promocionar y exaltar los valores histórico-culturales del municipio, para el impulso del turismo y promover los atractivos naturales, así como la diversidad cultural de los pueblos originales.
Aunque no siempre fue aceptado y hubo resistencias en lo local por los excesos de los visitantes con sus homenajes a los dioses Baco, Afrodita y Venus en los callejones de la mágica ciudad de los portales.
En esta trigésima octava edición del FAOT, se reconoció a la soprano María de Jesús Li Ferrales como Talento Joven en Canto Operístico, su concierto fue acompañado del gran panista cubano Ángel Rodríguez, los asistentes disfrutamos de su voz maravillosa, posee el ADN de su mamá la gran maestra Marybel Ferrales, que por cierto los sonorenses le debemos la formación de generaciones, siendo precursora de un movimiento que ha trascendido en la formación de grandes intérpretes del canto operístico. El acompañamiento de Ángel Rodríguez fue majestuoso, bello, envolvente y mágico. El repertorio de la joven soprano con su potente voz, carismática, expresiva y dramática fluyó con arias, zarzuela y canción popular, fue un concierto que nos envolvió a todos espectadores.
Se reconoció al Mtro. Horacio Lagarda Burgos, por su destacada trayectoria artística y académica en Sonora, quien por décadas ha dedicado su vida a la música y, sobre todo, a formar artistas e intérpretes. Esa misma noche, la Orquesta Filarmónica de Sonora con la dirección del Mtro. Héctor Acosta, brindó un concierto donde se homenajeó al Mtro. Arturo Márquez, con la obra cantata Sueños, y las voces de la mezzosoprano Alejandra Gómez, el barítono Juan Carlos Heredia y el coro de cámara de la Licenciatura en Música de la
Universidad de Sonora.
El Mtro. Arturo Márquez es uno de compositores más prolíficos de México y el mundo, en la gala disfrutamos de la Conga de Fuego Nuevo y Alas a Malala, fue una noche que nos envolvió y arropó de sensibilidad, un dialogó entre el espectador y el artista para reflexionar con conciencia social, exploramos a un artista inspirado en la justicia, la paz y evolución espiritual. La Orquesta Filarmónica de Sonora es uno de los bienes culturales de Sonora más extraordinarios, es de gran orgullo por su desarrollo y calidad artística, es una de las mejores de México.
Un concierto bastante interesante fue el de Sudoxe: Nueva música mexicana para quinteto de alientos, ahí como interprete estuvo el gran Everardo Gastélum, primer fagotista egresado y titulado del Conservatorio de las Rosas en Morelia Michoacán, además fagotista principal de la Orquesta Sinfónica de Michoacán, en esa tarde en Museo Costumbrista de Sonora se interpretó obra del Mtro. Arturo Márquez, el cual estuvo como espectador, fue muy gratificante el encuentro de un joven artista como Everardo Gastélum y el gran Márquez, ambos con raíces en Álamos. Por cierto, una interesante aportación que ha realizado Everardo Gastélum es escribir la Música de la Banda del Tamborón (Música tradicional de la región del Mayo) para Orquesta Sinfónica, sería interesante que el Mtro. Héctor Acosta, integrará en su repertorio la música del tamborón en la Orquesta Filarmónica de Sonora, como un homenaje a la región del Mayo en especie de suite. La soprano Lourdes Ambriz recibió la medalla Alfonso Ortiz Tirado por su excelsa y fructífera trayectoria en el canto operístico, con esa emocionante gala concluyó la edición 38 del Festival Cultural Alfonso Ortiz tirado, con un repertorio de arias de ópera y canciones populares mexicanas, acompañada de la mezzosoprano Verónica Alexanderson y la Orquesta Filarmónica de Sonora.
Canalizar el Festival Cultural Alfonso Ortiz Tirado como una alternativa que posibilite formar públicos para el arte atendiendo la diversificación en la oferta cultural permite concientizar el aprecio de las distintas manifestaciones del arte; desde el canto operístico, la música de concierto, el teatro, la animación callejera, la obra plástica, la música indígena y popular, esto con el fin de orientar a los distintos grupos sociales para que interactúen interculturalmente apreciando las diferencias a través del arte.
Es labor de los gobiernos de todos los niveles, instituciones, gestores y promotores culturales plantear propuestas que formen públicos para el arte y la cultura, es necesario valor la diversificación de la oferta cultural y respetar las diferencias en las tendencias del arte. Es sumamente importante, que los sonorenses aprovechemos el FAOT, para formarnos acercarnos a todas las manifestaciones que están presentes en estos días en Álamos y algunas subsedes de Sonora.
Romper esquemas y atrevernos a conocer distintas expresiones nos forma para reconocer la diversidad y pluriculturalidad sin establecer juicios a priori, el arte nos humaniza para desarrollarnos culturalmente en una lógica social de plena convivencia y comunicación con nuestro entorno. Disfrutemos y valoremos nuestro Festival!. En hora buena por todos los esfuerzos y vocaciones de quienes integran el Instituto Sonorense de Cultura, su directora Mtra. Beatriz Aldaco por su vocación y conciencia social para la cultura. En el desarrollo histórico de Sonora hay caminos por abrir y brechas que cerrar en la cultura.
“Jugaremos en el bosque mientras el lobo viene”