Casi un siglo conservando la tradición del pan de mujer
En un rincón de la comunidad La Esmeralda se encuentra la familia Santos Cervantes, que emprendió una tradición familiar al hornear el conocido pan de mujer, el cual ha persistido desde hace 91 años debido a que la señora Chayo Cervantes buscaba un ingreso para solventar los gastos de la familia y se convirtió en la pionera al crear el pan más buscado en el municipio de Guasave.
Actualmente, la señora Natalia Llanes es la tercera generación en el negocio, quien por más de 20 años ha continuado el legado familiar de su suegra María Leticia Santos Cervantes.
Historia
Relató que cuando tenía alrededor de 25 años su esposo Fausto Santos cayó en cama, ya que en ocasiones su diabetes le impedía continuar trabajando en el campo. Natalia se vio en la necesidad de aprender la receta familiar para elaborar desde cero el pan de mujer, y optó por dejar su trabajo en el campo e incursionarse en la tradición culinaria. Su suegra Leticia Santos Cervantes fue quien la apoyó y le enseñó desde cero cómo elaborar y hornear el delicioso pan, empanadas, arepas de harina y trigo.
“Como él se enfermó, dije: `tenemos que trabajar' y fue ahí donde me empecé a enseñar y seguí adelante. He pasado por muchas pruebas que nadie se imagina y seguimos de pie trabajando para sacar adelante a la familia, bendito Dios”, destacó. Posteriormente, su esposo Fausto Santos falleció, por lo que se convirtió en el pilar de su familia con dos hijos, Hilda y César, que estaban a punto de ingresar a la universidad. Su hija Hilda Leticia Santos Llanes llevaba bolsitas con empanadas o pan de mujer y las vendía en la preparatoria y la universidad para poder costearse los gastos de la matrícula y lograr graduarse como ingeniera en alimentos en el Instituto Tecnológico de Guasave.
La señora Natalia detalló que para preparar el pan de mujer se levanta desde las cinco de la mañana para encender el hornillo con la leña que recolectan en el transcurso de la semana, pero gracias a la alta demanda que tienen, desde una noche antes preparan lo que es la masa de las empanadas, arepas y el pan de mujer para que en la mañana la masa esté en su punto y poder hornear.
Para la familia Santos Cervantes todos los días tienen distinta producción, ya que por lo general realizan hasta 300 panes para la venta del día.
”Jamás he sacado la cuenta de cuántos panes salen al día, pero a veces me salen entre 200 a 300 al día, pero más o menos uno ahí se basa en lo que va a salir para la venta”, explicó.
Demanda
Su alegría al atender a sus clientes la llena de satisfacción, y es en el mes de diciembre y en Semana Santa cuando tiene mayor demanda en su negocio, ya que la familia Santos se convirtió en la pionera en poner en alto al municipio por crear el tradicional pan de mujer, puesto que muchos extranjeros y paisanos que visitan al municipio de Guasave obligatoriamente tienen que hacer una parada en la comunidad de La Esmeralda y probar el delicioso pan, arepas y empanadas que hace la familia.
Recordó una anécdota de un cliente que recibió la recomendación por sus amigos para probar el pan de mujer, al bajar del avión en la ciudad de Los Mochis se dirigió hasta el puesto de la señora Natalia para comprobar si realmente era tan bueno como lo describían, y actualmente continúa siendo uno de sus clientes más fieles, ya que cada año en Semana Santa viaja con su familia para ir a la playa, por lo que de pasada hace una parada obligatoria para hacer su pedido de pan de mujer.
”Yo siempre les digo: `van a volver porque les va a gustar', de hecho hace una semana que volvió, se bajó del avión y le pidió a su papá que lo trajera para acá y sí, sí vino”, expresó. En días festivos Natalia recibe ayuda de sus hijos, cuñadas y amigas cercanas por la alta demanda y descansan los martes, jueves y sábados.
Para mayor información pueden contactarse al 687-19283-59.
Mis hijos fueron mis pilares para seguir adelante, siempre me ayudaron, ahora ellos también saben hacer pan y lo venden".