Geno, la heroica socorrista que sigue presente en los corazones
Mañana se cumplen 13 años de su ausencia terrenal tras haber sido víctima colateral de la violencia en Culiacán; su caso apunta a estar cerrado
Culiacán. Hablar de la noble labor de la benemérita Cruz Roja Culiacán es hablar de Genoveva Rogers, quien el día de mañana cumple su aniversario luctuoso número 13. Son los mismos años que su familia y amigos tienen recordándola. Geno, como era y es conocida entre sus compañeros paramédicos y elementos de Bomberos, fue una víctima colateral de la violencia que sigue imperando en la entidad. En su caso todo apunta a que ya fue cerrado el caso con la muerte de los presuntos agresores. El supuesto homicida Jesús Uriel N, alias “El Trusas”, y quien fuera detenido meses después e ingresado al penal de Aguaruto, se habría suicidado dentro de su celda, según las autoridades penitenciarias. Del hombre que llegó a pedir auxilio a la base de la Cruz Roja aquel 28 de febrero de 2010, cuando se registraron los hechos de la agresión y posterior muerte de Genoveva, finalmente fue ejecutado dos años después en su casa durante la madrugada, donde los presuntos agresores lo atacaron hasta con granadas.
Día de los hechos
Fue en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (20062012) y el último año de la administración en Sinaloa de Jesús Aguilar Padilla (20052010) cuando le arrebataron la vida a Genoveva, quien en esos momentos contaba con solo 20 años de edad. Fue el 28 de febrero, un domingo por la mañana que Adán N, de 27 años de edad, habría sido atacado a balazos minutos antes sobre la avenida Álvaro Obregón. Según información dada a conocer en aquellos momentos, al afectado lo perseguían para darle muerte presuntos armados desde el fraccionamiento Los Ángeles, mismo que viajaba a bordo de su vehículo, pero solo fue herido al llegar a la altura del cruce de la Obregón y Rafael Buelna. Adán optó por dirigirse a la Cruz Roja del bulevar Leyva Solano para pedir auxilio. Y fue hasta ahí que los presuntos responsables los siguieron y cuando pretendía ingresar a las instalaciones, los presuntos agresores empezaron a dispararle para rematarlo, pero en el segundo intento fallido, lesionaron a Genoveva, que en esos momentos estaba como radioperadora en la caseta que daba hacia la calle. Los presuntos criminales al percatarse de lo que habían hecho, optaron por abortar la misión de ejecutar a su víctima y se alejaron de inmediato a bordo de vehículos, mientras Adán era atendido de dos heridas de bala que había recibido. Por su parte,
Geno quedó tendida en el cubículo, mientras compañeros trataban de ayudarla, pero la vida ya se le había escapado. Los impactos de bala en los cristales de la caseta eran testigo de ello. Dos días después, socorristas llevaron a cabo un paro en protesta por su muerte y por la poca seguridad con la que realizaban su labor.
Final de los sospechosos
Sobre el destino que tuvieron los presuntos involucrados en el crimen de la paramédico y voluntaria de Bomberos María Genoveva su suerte ya estaba echada, finalmente la muerte los alcanzó dos y tres años después. Adán N, al sujeto que perseguían en ese 28 de febrero para darle muerte, al sanar de las heridas y bajo resguardo policial, al regresar meses después a su vivienda en el poblado de El Pozo, Imala, fue ejecutado por un comando armado durante la madrugada. Según archivos periodísticos, los presuntos responsables le arrojaron granadas de mano, luego de que estallaran entraron a la vivienda y para asegurarse le dispararon en la cabeza. Fue en el mes de septiembre, de 2012, que Jesús Uriel N, alias “el Trusas” fue arrestado por elementos de la Policía Ministerial en el sector de Tierra Blanca, presuntamente en posesión de un arma calibre .9 milímetros. Datos periodísticos detallan que este individuo fue acusado de ser el autor intelectual de la muerte de María Genoveba, por lo que fue recluido en el penal de Aguaruto para darle trámite al proceso penal, a la espera de ser juzgado por el crimen de la socorrista, con base a las pruebas que se aportaran. En 2013, nueve meses después de su detención, fue hallado colgado con cables de las protecciones de la carraca 22 de la penitenciaría.