La Ley de Educación en Sinaloa y las reformas a la UAS
Sin duda desde el inicio del conflicto entre Héctor Melesio Cuen, exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa y líder del Partido Sinaloense, surgido en la UAS, y el gobernador Rubén Rocha Moya, muchos pudieron vislumbrar lo que se venía para la alma máter sinaloense. Hoy, a unos días de que se discuten los cambios en la Ley de Educación Superior en Sinaloa, son evidentes los conflictos entre las universidades “autónomas”, entre ellas la UAS, la UAdeO y la UAIM, con el gobernador y el Congreso, encargado de aprobar o rechazar los cambios que tendrá la ley y, en consecuencia, las leyes orgánicas de esas instituciones.
Es cierto que la Universidad Autónoma de Occidente y la Universidad Autónoma Indígena de México sufrirán sus cambios, pero a nadie afecta como a la UAS, la que se lleva el más alto porcentaje de recursos y tiene más vericuetos que transparentar. Desde el principio del conflicto, el rector Jesús Madueña dijo que si se trastocaba la autonomía, le iba a sacar a los estudiantes a la calle. El gobernador le dijo que no se anduviera con amenazas. Se presentó la iniciativa de reforma. Luego vino el conflicto con los diputados, quien incluso habían empezado una labor de concientización en el estado para ver las bondades de los cambios. Uno, el más peligroso, la elección “democrática” del rector. Así que para acallar bocas se hizo encuesta, y la sorpresa es que entre estudiantes, profesores y administrativos de la Universidad Autónoma de Sinaloa en los campus Culiacán, Los Mochis, Guasave, Guamúchil y Mazatlán, el 91.8 por ciento dijo que está de acuerdo en que los estudiantes, maestros y trabajadores de la universidad voten para elegir al rector. Así que si el rector quería una muestra, ahí la tiene. Lo que deben hacer es impartir buena educación y transparentar los recursos que se le dan.