Extraditan a EUA a sobrino de Caro Quintero; lo juzgarían por narcotráfico
En el mismo asunto contra Quintero Arellanes, la Corte de Nueva York ordenó la captura de su tío Rafael Caro Quintero
Ciudad de México. México extraditó a Estados Unidos a Ismael Quintero Arellanes, “el Fierro” o “el Mayel”, presunto miembro del Cártel de Sinaloa y sobrino del capo Rafael Caro Quintero, para que sea juzgado por una Corte de Nueva York por tres cargos relacionados con el narcotráfico. La Fiscalía General de la República (FGR) entregó al presunto traficante de drogas en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a los agentes estadounidenses designados para su traslado final, informó la dependencia federal.
Antecedentes
Ismael `Q' formaba parte de una organización criminal, donde era responsable de la logística en el tráfico de droga de México a los Estados Unidos, así como de su fabricación y transporte para enviarla a ese país. Asimismo, se encargaba de la seguridad y protección de otro integrante de la misma banda delictiva”, dijo la FGR.
Situación legal
En el 2018, la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York -la misma que tramitó el juicio contra Genaro García Lunaordenó la captura de Quintero Arellanes por delitos contra la salud, asociación delictuosa y portación ilegal de armas. Con base en ese mandamiento, en México se ordenó la detención provisional con fines de extradición y fue capturado el 29 de enero de 2020 en Culiacán, Sinaloa, en un operativo del Ejército y la Marina. Al comparecer en su primera audiencia de extradición, el presunto narcotraficante rechazó dedicarse al narcotráfico y aseguró que era un simple campesino que solo traía 50 pesos en la bolsa a la hora de ser detenido. En la diligencia, el juez de control le dictó la prisión preventiva y quedó internado en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México. El 12 abril de 2021, la Secretaría de Relaciones Exteriores autorizó su entrega a la Unión Americana al advertir que la petición de los estadounidenses se apegaba al Tratado de Extradición y que no había ninguna duda con respecto a la identidad del sinaloense; es decir, que no es una persona distinta a la requerida por la justicia del país vecino.