Miles de mujeres marchan en Sinaloa contra la violencia
Las exigencias de justicia se dejaron escuchar en dos recorridos por toda la avenida Álvaro Obregón, desde La Lomita hasta La Catedral, en Culiacán, donde se concentraron para hacer pintas alusivas a sus desaparecidos
Las consignas retumbaron. Las pancartas resaltaron. Las exigencias hicieron eco en los oídos de los presentes. Y el grupo nutrido de mujeres hizo escuchar su grito por todo el primer cuadro de Culiacán.
Unas con pancartas listas, otras las escribieron ahí mismo, y las que no, solo llevaron material para dejar sus protestas plasmadas por donde iban pasando. Fueron cientos, casi miles de mujeres, las que marcharon desde La Lomita a la Catedral. Su cita fue a las 15:30 horas de ayer para partir 30 minutos después hacia donde sería la concentración por el Día Internacional de La Mujer.
Todo se pintó de morado
Las mujeres, niñas, adolescentes, abuelitas, todas fueron llegando poco a poco, caminando o en carro, al punto de encuentro.
Todas con el color morado, desde carteles, cachuchas, sombreros, zapatos, blusas o cualquier artículo, pintaron la avenida Álvaro Obregón.
¡Con vestido o pantalón, respétame cabrón!, gritaron a pecho abierto.
¡Señor, señora, no seas indiferente, matan a las mujeres en la cara de la gente!, ¡Vivas las queremos, vivas se las llevaron!, ¡No somos una, no somos diez, pinche gobierno cuéntanos bien!.
Las consignas cruzaron las calles de La Lomita a La Catedral, casi todas al mismo tiempo. Eran muchas y se extendieron por varias cuadras para hacer escuchar sus exigencias.
Ya en Catedral, fueron reuniéndose en el kiosco y sus alrededores. Y al final se plantaron.
La larga lista
A las 17:00 horas comenzó el
gran pase de lista. Los nombres de las decenas de mujeres y niñas que no han encontrado o que han aparecido ya sin vida.
Para todas pidieron justicia. Marta, Karina, Judith Rebeca, Alondra, Perla, Vianey, Mirany, Lizeth, Alejandra, estuvieron contestando por las que no están. El ¡presente! se incrustó en el aire y atravesó calles y muros, en aras de llegar hasta los oídos de las autoridades que deben protegerlas. La protesta duró hasta ya entrada la noche, esa noche en que las mujeres se encuentran cuando no termina la cadena de violencia que las afecta.
Doble exigencia
Muchas de ellas que estuvieron ahí, también habían estado en otra manifestación que hicieron en la mañana. “¡Dónde están! ¡Dónde están! ¡Nuestros hijos dónde están!”, “Hijo, escucha, tu madre está en la lucha”, “8 de marzo este día no es de fiesta, es de lucha y de protesta”, desgarraron su garganta con sus gritos por el mismo camino.
En esta ocasión se detuvieron frente al Ayuntamiento de Culiacán para hacerse escuchar por el alcalde en turno, Juan de Dios Gámez Mendívil. No supieron si las oyó, tampoco si los encargados de impartir justicia le darán el lugar a su protesta o la desdeñarán como ellas sienten que hacen con todas sus demandas.