“Nearshoring”, la nueva oportunidad para México
Dubái, Emiratos Árabes Unidos.- Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tan solo en el año 2023 se invertirán en reubicación o “nearshoring” más de 78 billones de dólares en todo Latinoamérica de los cuales alrededor de 35 billones serán exclusivamente en México. El fenómeno económico de la reubicación es una tendencia de negocios que surge de la crisis de las cadenas de suministro que se originaron durante la pandemia de covid-19, pero sobre todo por las fuertes tensiones económicas y diplomáticas entre los Estados Unidos de Norteamérica y China.
Se especula que el gigante asiático ha usado la pandemia como una especie de as bajo la manga para la regulación de la economía no solo de su país, sino de todo el mundo, pues al ser ya la segunda potencia económica global, sus decisiones tienen consecuencias en toda la humanidad.
Hay quienes aseguran que el gobierno chino ha cerrado ciudades donde se producen ciertos productos para provocar escasez, que a su vez genera un incremento de los precios, cuestión que tiene agotada a diferentes transnacionales tanto estadounidenses como canadienses y europeas y han optado por invertir en la región latinoamericana en un rubro que hasta hoy no había sido explotado: la manufactura tecnológica.
El gran ganador dentro de toda esta tendencia se perfila para ser nada más y nada menos que México, gracias a su ubicación estratégica y a las ventajas arancelarias que brinda el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, hoy llamado T-MEC. También por la gran cantidad de mano de obra calificada que se ha ido profesionalizando en las ultimas tres décadas atreves de la entrada en vigor de dicho tratado sobre todo en la zona fronteriza y en el Bajío.
La oportunidad radica no solo en ofertarse como mano de obra barata y bien calificada, sino en aprender a hacer de una vez por todas lo que todas las naciones que alcanzaron el desarrollo en los últimos 50 años aprendieron a hacer, dominar el conocimiento, innovar uno propio y competir de igual a igual, no es descabellado, es justo lo que hizo Corea del Sur, China y Taiwán y es hacia donde se está perfilando la India.
El caso de Corea del Sur es emblemático, ahí se colocaron las primeras plantas ensambladoras de vehículos y electrónicos que salieron de ser ensambladas de los Estados Unidos, los coreanos tomaron esa oportunidad y con ese conocimiento adquirido crearon sus propias empresas como Samsung, LG, KIA y Hyundai.
Si se desea lograr el mismo hito, el reto para México es en materia de educación, tecnología e innovación, esto que parecieran ser asuntos de lujo o de adquisición opcional, resultan ser los que hacen la diferencia entre una nación desarrollada y una subdesarrollada.
En medida de que tengamos una mano de obra capacitada pero sobre todo emprendedora y un estado con visión a largo plazo las oportunidades como el “nearshoring” se pueden convertir en el antes y el después de una nación.