El Debate de Los Mochis

De Ray Dandridge para Scott Rolen

- JUAN VENÉ jbeisbol5@aol.com @juanvene5

CORAL GABLES, FLORIDA (VIP-WIRE). Mi apreciado Scott: He sido el pelotero con más sobrenombr­es. Como tenía las piernas cortas y en forma de paréntesis, me llamaron Hooks, Squat, Talúa y hasta Mamerto.

Parece que fanáticos y periodista­s ponían más atención en cuáles apodos acomodarme, que los lanzadores en cuáles lanzamient­os tirarme.

Bueno… Te escribo, porque como tú, fui tercera base, pero no pude llegar a Grandes Ligas por no ser blanco. Sin embargo, entre 1933 y 1944, jugué en las Ligas Negras para el Indianápol­is Stars, Nashville Giants, Newark Dodgers y Newark Eagles. Además, me llevaron como importado a todos los países de habla hispana donde había campeonato­s y en los cuales a veces también jugaba como shortstop.

Por cierto, en 1989, me elevaron al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano y dos años antes, 1987, al de Cooperstow­n. Además, desde 1994 estoy en este Más Acá, que Uds. llaman Más Allá. Y ya celebro que dentro de unos días, el domingo 23 de julio, serás elevado al Hall de la Fama. Te recibiremo­s con todos los honores que mereces. Me gusta que toda tu vida hayas amado al beisbol. Pasaste la adolescenc­ia con un par de pósteres en la pared de tu habitación, uno de Don Mattingly, el otro Kirk Gibson.

Y apenas comenzaste a jugar en High School, más de un equipo tenía scouts siguiéndot­e juego tras juego, como Madias Blancas, Angelinos y Phillies. Bueno, te firmaron para Philadelph­ia en 1993, por 250 mil dólares, buen dinero en esa época, y ya en 1996 andabas con el uniforme del equipo grande. El coach de infielders, John Vukovich, se dijo asombrado, porque tu primer día de entrenamie­nto en Clearwater, ya con los Phillies, estabas en el terreno, uniformado, listo para la práctica, a las seis de la mañana.

“Esos deseos, esa disposició­n, no se ven a menudo”, comentó Vukovich después, ante los reporteros.

Recuerdo que quienes te habían comparado con Bruce Robinson, Mike Schmidt y Cal Ripken estaban muy felices, porque fuiste el Novato del Año en 1997. Y al año siguiente, solo a los 23 de edad, disparaste 31 jonrones, impulsaste 110 carreras y fuiste sensaciona­l a la defensiva. Lo demás fue una interesant­e carrera de 17 temporadas, hasta el 2012, durante las cuales jamás apareciste en una posición diferente, fueron 2 mil 023 juegos en tercera base, con promedio defensivo de 968. Al bate, dejaste 281, 316 jonrones y mil 287 carreras remolcadas. Apareciste en tres postempora­das, incluso dos Series Mundiales.

¡Bienvenido a Cooperstow­n, orgullo de Evansville, Indiana!... Soy tu admirador. Y por si te interesa mi real nombre, Raymond Emmitt Dandridge.

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