Día Internacional de las Altas Capacidades
El 14 de marzo se conmemora el Día Internacional de las Altas Capacidades, convirtiéndose en una fecha representativa de algunos personajes que han pasado a la historia por su legado en diversas áreas, por mencionar algunos Albert Einstein y Stephen Hawking. Además de asociarlo con el Día Internacional de las Matemáticas. Considerándose este como un momento para reconocer, difundir y concientizar sobre las necesidades que presentan todas aquellas personas con altas capacidades, es decir, aquellos que reflejan un elevado potencial intelectual, el cual se puede aprovechar al máximo favoreciendo sus áreas de oportunidad, ya que algunos de ellos pueden reflejar dificultades de adaptación al entorno social o inestabilidad emocional, requerido principalmente la detección y diagnóstico oportuno para brindarle, en caso de ser necesario, un acompañamiento pertinente por profesionales especializados en el área, que favorezcan el desarrollo integral con el fin de evitar perder los potenciales, brindándole las herramientas y oportunidades de enriquecimiento acorde a sus características personales tomando en cuenta que cada ser humano es único.
Algunas características de altas capacidades son:
Iniciarse en aprendizajes específicos como lectura, escritura y/o matemáticas antes que sus compañeros. Ser hipersensibles y emocionalmente muy intensos. Presentar asincronía entre lo mental y lo emocional. En este aspecto los adultos suelen creer que la reacción emocional será equivalente a su madurez intelectual, lo que les genera sobre exigencia por parte del entorno. Suelen ser muy activos.
Tienden a cuestionar cualquier autoridad.
Son muy observadores y curiosos.
De manera anticipada se preocupan por temas complejos o abstractos, como el universo, la vida, la muerte, etc.
Sus creaciones artísticas y construcciones pueden ser muy elaboradas.
Tienen una gran capacidad de concentración sobre todo en tareas que captan su interés.
Desarrollan el pensamiento lógico y crítico.
Pueden mostrar gran resistencia a las instrucciones o aportaciones de los demás.
Sienten frustración ante la inactividad.
Exigen mucho de ellos mismos y de los demás. Desarrollan el lenguaje de manera precoz.
En algunos casos presentan un comportamiento obsesivo. Pueden ser muy rígidos e inflexibles.
Son vulnerables al fracaso.
Vivir en compañía de una persona con altas capacidades implica un alto grado de exigencia para la familia y la sociedad en general, ya que su manera de percibir todo aquello que les rodea los lleva a ser muy exigentes, competitivos, críticos, necesitados de una atención en la misma sintonía que ellos y mantenerse activos la mayor parte del tiempo. Lo que suele ser considerado como algo fuera de lo establecido en comparación con la norma, llevándolos muchas veces a sentirse limitados, minimizados, ignorados y con ello frustrados dentro de su contexto familiar o educativo. Acompañemos su proceso de desarrollo con afecto, compañía y empatía cada día.