Jubilados de la UAS se manifiestan en la Unidad Regional Norte
Señalan pasividad en cobertura de pendientes a deudos de trabajadores, y acusan `amasiato' entre el sindicato y la universidad
Integrantes de la Asociación de Jubilados de la UAS Zona Norte se manifestaron ayer en protesta por pasividad en cobertura a deudos de trabajadores.
Abelardo Herrán Gámez, presidente de la asociación, acusó que obstruyen sus derechos al sostener una política errónea en contra de los jubilados.
“El amasiato existente entre el sindicato y la universidad es tan fuerte que a la fecha todo trámite que se hace ante cualquiera de las instituciones no prospera, especialmente cuando se trata de defunciones, y por lo tanto, se trata de hacer efectivos los derechos que le asisten a los deudos”, reclamó.
“¿Será plan con maña?, o en su defecto, ¿no hay coordinación entre ambas instituciones?... Al contrario, cuando se trata de personas allegadas a los representantes de alguna de las instituciones, entonces sí es atendido el caso de que se trate”, agregó.
Señaló que los deudos de trabajadores de la UAS viven un problema muy largo en sus gestiones, aun cuando se les asesora al respecto.
En ese sentido, mencionó el caso de la señora Gloria Emma Flores, viuda del profesor Jesús Armenta Gastélum, que ha realizado varios viajes a Culiacán y no consigue pago alguno. Y apuntó que hay unos 25 casos similares.
“Cada vez que fallece un agremiado es un viacrucis el que le hacen vivir a la gente en las gestiones para que les paguen lo que a derecho les corresponde. Lo que queremos es que haya prontitud, ¡no tienen por qué tardar!”, sentenció.
“Nos dice la del sindicato que no es tan fácil obtener los recursos, pero para lo demás sí hay de inmediato, ¡hasta para comilongas!... Y el departamento de Servicios Escolares cobra por cuanta gestión se haga, y bien cobrado”, añadió.
A puras promesas
La señora Gloria Emma Flores comentó que su esposo era profesor en la Facultad de Derecho de Los Mochis, y en ocho meses ha ido al menos en cuatro ocasiones a Culiacán, pero no ha conseguido que atiendan su caso.
“En julio del año pasado murió mi esposo, y es momento que no han pagado los gastos funerarios ni la parte proporcional de aguinaldo que le corresponde, ni el sindicato ni la administración. A puras promesas y mentiras me han traído. No me dan fechas, no me dicen nada”, exclamó.
Cada vez que fallece un agremiado es un viacrucis el que le hacen vivir a la gente.”
ABELARDO HERRÁN LÍDER DE JUBILADOS