Bosquejar nuevas ideas con letras
En el marco del lienzo en blanco de un nuevo año, surge en nuestra vida personal la oportunidad de pintar con los coloridos matices de la palabra escrita su sentido. Como pequeños halos de luz invisibles que conectan a corazones y mentes, la belleza del lenguaje nos une en cada página a las historias, a nuevos mundos, a nuevas ideas, a etéreos poemas, a intrigantes viajes que nos encaminan al conocimiento, y este 2024, considero fortuito que acercarnos a ese resplandor que irradian las letras y los silencios, puede crear un bosquejo de un pensamiento crítico en nuestra cultura.
Como el ocaso en las mañanas que despierta a las flores, la literatura evoca con su esencia la comprensión y empatía hacia las voces que componen el coro de la sociedad. La lectura, más que una obligación, puede ser un hábito poético que nos aleja y acerca al mismo tiempo de nuestra realidad, al adentrarnos en la diversidad de perspectivas que enriquecen el criterio propio y van rompiendo el cascarón de los paradigmas y supuestos que creíamos ciertos. La palabra escrita, además de ser un arte, también es una fuerza invisible transformadora que va moldeando nuestra cosmovisión del mundo.
Este año bisiesto, desafiemos la indiferente percepción que se tiene sobre la lectura en nuestra sociedad mexicana, y que no sea a punta de bocajarro o por el “debe ser”, porque una vez expresó sabiamente Franz Kafka, “sólo debemos leer libros de los que muerden y pinchan. Si el libro que estamos leyendo no nos obliga a despertarnos como un puñetazo en la cara, ¿para qué molestarnos en leerlo?”. Por lo tanto, siento que cada libro que llegue a nuestras manos, se convierte en un pequeño diálogo entre el autor y lector, y es así que descubrimos el poder que visten a las ideas, ayudan a entender mejor, que no solo está nuestra opinión, sino que gracias a los planteamientos que se esconden en su significado, nosotros buscamos darle una interpretación y significado a la obra, rompiendo el conocimiento previo haciendo uso de la razón e imaginación.
No es tarde, te invito a ti persona lectora, soñadora y buscadora de la belleza, a explorar las aguas profundas de la lectura. Establezcamos metas de búsqueda, descubramos reliquias literarias olvidadas y compartamos nuestras impresiones en colectivo. Espero, en cada página encontrada, en cada palabra reflexiva, reconozcamos el poder de expansión, no solo de nuestras mentes, sino también la cultura que compartimos. Este año, llevamos al lugar que le corresponde a la lectura, un lugar donde trasciende el espacio y el tiempo, y perdure más allá de las cuatro estaciones.