La lluvia que nadie esperaba
Un susto se llevaron los productores agrícolas sinaloenses que vieron cómo la lluvia superó el pronóstico tanto en intensidad como en tiempo, sobre todo en el norte del estado, al marcar en zona de Guasave y Ahome más de 60 mm.
Las autoridades estatales, otra vez como medida preventiva, suspendieron las clases en nueve municipios. El impacto en el agro, por lo pronto, solo fue la paralización de las actividades; sin embargo, algunos productores, principalmente los frijoleros, temen que siga lloviendo.
Caades, Junta de Sanidad Vegetal y Cesavesin alertaron a los productores solo a estar prevenidos para en caso de que siga el mal tiempo sepan aplicar las dosis adecuadas para evitar la propagación de hongos que puedan dañar o afectar el desarrollo de los cultivos en pie. Lo positivo fue que el frijol, uno de los más delicados ante la humedad, ya tiene entre 30 y 40 días sembrado, aunque todavía pueden presentarse precipitaciones.
En contraparte, para el caso del trigo, el panorama es diferente: el frío le favorece en su crecimiento y las bajas temperaturas pueden ser factores de mayor producción, sin llegar al extremo de una helada, por supuesto. En el caso del Valle del Carrizo, solo se rompió un bordo que mantenía aguas arriba del puente que se construye porque quedó devastado con la depresión 19E. Ahora solo queda estar en alerta, porque con la naturaleza nunca se sabe.
relación prioritaria, amén de innumerables problemas que enturbian la vasta agenda binacional, prevalece un encono y resentimiento que durarán mientras Trump permanezca en la
Casa Blanca, el futuro del T-MEC es impredecible, y el problema de los migrantes centroamericanos llegados a la frontera común es explosivo. El pendenciero periodo trumpiano patentiza la imperiosa necesidad de diversificarnos, pero, por una parte, nuestra imagen y prestigio están deteriorados por la corrupción, la impunidad, el narcotráfico, los feminicidios, las fosas clandestinas, los asesinatos de periodistas, etc. Por la otra, el ámbito latinoamericano está polarizado entre izquierdas y derechas radicales; carecemos de una clara estrategia hacia China; la Unión Europea está absorta con el grave problema del Brexit, etc. En síntesis, urge definir un inteligente y realista plan de acción: nuestro nuevo presidente solo ofreció en su discurso de toma de posesión mantener buenas relaciones con todo el mundo, impulsar inversión de México, Estados Unidos y Canadá para atenuar la migración centroamericana, y apegarse a los principios tradicionales de la política exterior. No obstante que es imposible estructurar el programa de gobierno de la anunciada Cuarta Transformación sin definir las acciones externas, sigue siendo una incógnita el rumbo que tomaremos a partir de 2019.